La habitación se llenó rápidamente de sonidos sucios, gemidos y jadeos de los dos presentes.
Las lenguas se fundían entre ellas en una danza erótica, los cuerpos chocando entre sí. Todo estaba pasando muy rápido y borroso.
Cuando JungKook recuperó su visión, se encontraba con las manos sujetando firmes la cintura del peliplateado; este se encontraba de espaldas, retirando por fin ese apretado bóxer para dar vista suelta a su agraciado cuerpo. Volteó levemente la cabeza para dedicarle, de nuevo, una de esas descaradas sonrisas.
Y se dió cuenta de algo.
JiMin seguía con esa máscara, aún no podía ver el rostro del hombre que le había robado hasta lo último de su razonamiento esos últimos minutos.
—Déjame ver tu rostro, bebé.— acercó su mano e intentó retirar la misteriosa máscara.
Pero una manito regordeta impidió su misión.
—Ugh... Aún no es el momento, JungKook.— El mayor pensaba reprenderle, ¿Se supone que el cliente debía estar satisfecho con el servicio, no? —Podríamos seguir y... Si te portas bien, me quitaré la máscara.
Sólo esas palabras bastaron para que el castaño alejara la mano del rostro del chico, sólo para agarrar sus suaves cabellos y tirarlos hacia atrás, haciendo que JiMin soltara un jadeo. Se acercó a su oído y susurró de forma seductora.
—¿Así lo quieres?— apretó más el agarre. —Puedo hacer lo que quieras, tengo toda la noche, después de todo.
Rápidamente volteó su mirada al gran reloj colgado en una de las paredes del cuarto donde se encontraban.
—22:22... A partir de ahora eres totalmente mío, JiMin. — pronunció, para soltar los cabellos del menor y, con esa misma mano, arremeter contra el apretado agujero del mismo.
Fue atrevido y salvaje, metió dos dedos sin siquiera haberlos lubricado, por lo que JiMin no pudo evitar soltar un pequeño grito.
Su otra mano hizo presión en las caderas del menor en un intento de tranquilizarlo.
Sin embargo, sus dedos continuaron moviéndose dentro del chico, entrando y saliendo sin cuidado alguno.
—Mierda... JungKook...— el pequeño gemía mientras meneaba sus caderas, intentando profundizar la sensación.
Y sin previo aviso, metió el tercer dedo.
—Ah... M-más despacio— gimoteó al sentir el, ya conocido, hormigueo en su estómago. No quería correrse sólo por los dedos del mayor.
¡Pam!
El sonido de una mano chocando contra una de las nalgas del menor resonó en la habitación. JiMin sintió un leve ardor, no lo suficientemente fuerte como para llamarlo dolor, pero la nueva sensación hizo que un jadeo escapara de sus labios.
—No parece que estés en posición de reclamar algo, ángel.— habló, soltando de nuevo su mano sobre esa zona sensible, cada vez tornándose de un color rojo brillante.
JungKook sonrió con suficiencia al ver como su mano quedaba marcada en el trasero del chico.
Con cada golpe que daba, un gemido cada vez más alto salía de la garganta del chico, música para los oídos del castaño.
Finalmente, retiró sus dedos —obteniendo un leve quejido del pequeño bajo él— para bajar la bragueta de sus pantalones, sacando su gran y gruesa erección de ellos.
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『22:22』 KookMin TS (old)
FanfictionDesde esa noche, esa mágica noche que quedó marcada en su corazón, noche dónde vió por primera vez a aquella bella criatura. Esa noche a las 22:22. ➳ Jeon Jungkook & Park Jimin ➳ contenido homosexual ➳ historia 100% mía ➳ prohibido...