Después de la guerra, Konoha se fue recuperando poco a poco del caos y la destrucción, al igual que sus habitantes que también cerraban sus heridas de perder a la gente que amaban. Todos los ninjas parecían tener sus vidas restauradas. Sakura tenia...
Iba de camino a las puertas de Konoha, en su espalda; llevaba una mochila grande donde llevaba todos los suministros necesarios para su misión con Kakashi Hatake. La noche anterior, la Hokage les había explicado que sería una misión de algunos días en Iwagakure, por lo tanto tardarían 3 días en llegar, 3 días en regresar mas el tiempo que estuvieran en Iwa.
Les explico con detalles lo que sucedía en ese lugar y les entregó los pergaminos con la información que necesitaban.
Su mochila pesaba, pero estaba acostumbrada, no era la primera vez que llevaba tantas cosas para una misión. Entre todo su equipaje (ropa, medicamentos y alimentos) llevaba una botella de sake. Su maestra no solo le había enseñado técnicas medicas, de vez en cuando le gustaba tomarse una copa o dos para relajarse después de una larga y pesada jornada.
Llevaba puesta su ropa habitual para el combate, una blusa de malla, su top negro y chaleco rojo que dejaba ver su vientre plano, ademas de su acostumbrado short negro y falda roja que mostraba que mostraba parte de sus firmes y torneados muslos gracias a sus medias negras y botas ninja. También cargaba su capa de viaje por si la ocupaba en algún momento.
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Al llegar a las puertas de entrada saludos a Izumo y Kotetsu. Dejo su mochila en el piso y se sentó a lado de ella. -¡Hola, Sakurachan! ¿tienes misión?- pregunto curioso Kotetsu. -Si, voy con mi sensei- decía Sakura mientras cruzaba sus piernas en el piso. -Ojalá no te toque esperarlo mucho- hablo Kotetsu nuevamente. Sakura soltó una carcajada. -Conociendolo, lo mas seguro es que llegue tarde...como siempre.
El ninja peliplateado llego 40 minutos después. Para Sakura el tiempo no paso tan lento ya que Kotetsu e Izumo le hicieron platica en todo el tiempo que tuvo que esperar a su maestro. En realidad el que mas hablo fue Kotetsu, la chica sospechaba que solo le estaba coqueteando, pero no estaba muy segura.
-¡Ohayo, Sakura!- habló un enmascarado. -Buenos días sensei, no me diga que se encontró con un gato negro y tuvo que tomar el camino mas largo. -En realidad no, solo me dormí mientras caminaba y como me perdí en el camino tuve que regresar dos veces. Sakura solo negó con la cabeza mientras ponía una de sus manos sobre su cara. Kakashi rascaba su nuca y entrecerraba los ojos en señal de una sonrisa.
Llevaban una hora de camino. Todo el trayecto lo hicieron en silencio. Justo en ese momento Sakura venia haciendo una lista mental para recordar de que todo lo había dejado en orden. Ayer por la noche, saliendo de la oficina la Hokage, cada quien tomó un rumbo distinto. La pelirosa fue directo al hospital, avisó que se iría de misión unos días, cambio algunas cirugías y le paso sus pacientes a otros médicos. Fue al almacén, tomó algunos unguentos y medicamentos que necesitarían y salió para irse a su casa.
Al llegar a su departamento, lo primero que hizo fue preparar su mochila para el viaje. Después, bajo a su cocina y vació su refrigerador; algunas cosas las usaría para su misión y el resto de los comestibles los acomodo en dos bolsas. Su plan era darle a Ino esas bolsas junto con las zapatillas rojas que le prestaría. Si dejaba esa comida en el refrigerador lo mas seguro es que a su regreso la encontrara podrida.
