Cuatro paredes blancas

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Y mis ojos se abrieron y lo primero que veo a mi alrededor son los mismos colores blancos, las mismas cuatro paredes, me quedo mirando hacia el techo preguntándome nuevamente, ¿Cuándo acabara todo esto? ¿la vida no tiene a otras personas para hacerlas miserables? Pero en ese momento caigo en cuenta que prefiero que me ocurra esto a mí, que a alguien más, no soy tan malo como para desearle esto a alguien más.

¿despertaste? – pregunto la enfermera viéndome desde lo lejos – llamare al doctor – dice ella

¡Disculpa! ¿haz visto a mis padres? – le pregunto antes de que se marchara

Salieron desde muy temprano – me comento ella cerrando la puerta

A pesar de estar entre estas cuatro paredes blancas día y noche, es muy poco el tiempo el cual los veo, salen muy temprano y regresan cuando ya he tomado mis píldoras para dormir, pero bueno tampoco es grato los momentos cuando están, los momentos se vuelven cada vez más incómodos.

Ya han pasado varios meses y no he recibido visitas, tan solo mi hermano pequeño que vino un día, aunque no esperaba mucho, por mi casa y en la escuela no es que tratara con las personas, siempre andaba apartado de ellos ¿Por qué abre tenido la esperanza de que con los pocos que hablaba vinieran? Allí en ese preciso momento mi mente viajo a un recuerdo.

¡De verdad eres raro! – me decía una voz a mis espaldas, al voltear veo a Daniel riéndose, pero yo solo lo ignoro

¡Hey, Hey! Te están hablando – grita camilo

Déjenme en paz – les digo girando a ellos con la cabeza agachada

Definitivamente las horas de descanso en la escuela son una tortura para mí, cada día siempre ocurre lo mismo, las mismas personas, risas, humillaciones, criticas, cada una de esas palabras que son como una cuchilla atravesando cada parte de ti, impidiéndote hablar o defenderte, es como si la valentía huyera de ti, dejándote allí vulnerable sin poder hace nada, al parecer ser sobrino de la directora del colegio no ayuda mucho en estas situaciones, tener tal poder no le sirve a alguien como yo.

Pero ¿a donde vas? te estamos hablando – me dicen siguiéndome hasta un árbol bastante grande y robusto que había en una parte lejana del colegio, pero donde había varias personas.

Solo déjenme en paz – les gritaba apunto de llorar, pero cuando quiero ver, me habían agarrado empezándome a empujar de un lado a otro, diciéndome cosas muy feas.

Eres raro, eres feo, das asco – esas simples palabras tenían el poder de destruirme, pero no quería seguir sintiéndome así vulnerable y decidí desprenderme de ellos con todas mis fuerzas.

Al separarme de ellos decido gritarle los que pensaba, pero no pude decir ni una sola palabra cuando mi prótesis cayó al suelo dejando a la vista mi encía, sin ningún solo diente, ese momento fue cuando todo en mi alrededor quedo en silencio y es como si el tiempo se hubiera parado en el momento exacto cuando todos empezaron a reírse, no solo Daniel y camilo, todo el mundo y allí fue cuando caigo sentado tapando mis oídos, entrando en un ataque de pánico que no había tenido hace mucho tiempo.

...

Al abrir mis ojos, un par de lagrimas gruesas salen de ellos y mirando nuevamente al techo me digo, estas destinado a la miseria.

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Buenas noches, tenia rato que no escribía una de mis cortas historias, pido unas sinceras disculpas.

chic@s estaba pensando escribir un libro con alguna de las historias ya publicadas ¿cual de esas historias les gustaría verla reflejada con muchos capítulos y una gran trama? 

mientras tanto, gracias a los que han leído estas cortas historias y pensare escribir muchas mas cortas.

Tomando café y una historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora