Narra brandon.
Abrí los ojos rápido y me secó la luz, sentía que los ojos los tenia inchados, el olor de la habitación me hizo saber que había terminado en el hospital.
Trate de moverme pero me fue imposible vi que tenía las manos esposadas ala cama, sentía un vacío extraño en mi estómago sin contar el dolor.
-Hierva mala nunca muere-me dije a mi mismo
Trate de reír pero fue imposible, mire un rato la habitación hasta que entro un doctor.
- Hasta que despiertas-Me sonrio-
Me hizo un chequeo
-¿Cuanto tiempo llevo aquí?-Lo mire.
-Tres mese-dicho eso salió.
Para mi fue como si hubiera dormido un par de horas solamente.
Después de un rato llegó la enfermera con una charola de comida, un guardia me quitó la esposa de la mano derecha y la enfermera me acomodo para poder comer.
Era caldo de pollo, agua natural y una gelatina.
Al probarlo me supo a gloria en verdad, tenía demasiada hambre....
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Los dias habían pasado y me la pase de estudios a estudios hasta que me dieron de alta.
-Su uniforme-Me entrego el uniforme del reclusorio.
La mujer salio y los guardias me vigilarán mientras me cambiaba, me esposaron y se abrió la puerta.
Era el general
-Veo que estas mejor-Sonrio-Me alegra saber que no saliste corriendo como la rata que eres-Sonríe
-No se preocupe pronto saldré-Sonreí
Los guardias me jalaron hasta afuera, mire a mi alrededor aunque se trató de esconder pude ver a Antón.
Tal vez venía a terminar lo que no pudieron en la cárcel.
Subí ala camioneta a empujones, durante dos horas escuche las estúpidas charlas de estos hombres,llegamos y casi corriendo me metieron
-Tú nueva habitación nena-Dijo y me tiró dentro de ella.
Cerró la puerta y me levante para que me quitará las esposas.
-En un rato vienen a darte de comer, espero hayas extrañado el menu-Sonrío
Me senté en la cama.
-Hey-Jesus habló y me levante
-Hermano-Me acerqué y lo Salude.
-Creí que no la contarias-Sonrio
-Gracias a ti por ayudarme-le devolvi la sonrisa-Te debo una
-Para eso somos los amigos-sonrió
Recordaba poco de todo, sólo recuerdo estar en el piso, tosiendo y como Jesús me levantaba.
-Tu y yo vamos a salir de aqui-le Di unas palmadas en la espada.
El se rio y negó.
-Puedes conseguirme un telefono-Lo mire
-Si ahora te lo traigo ¿Puedo saber el por que?-
-Ahora si van a conocer a brandon meza en tierra de indios-Dije con odio.
Todos absolutamente todos me la iban a pagar.
