Desvergonzado II

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El momento que hasta ahora había sido grato en compañía de su hermano y la película de El Conjuro, se perdió en cuanto un olor desagradable se filtró por sus fosas nasales, causándole un asco terrible. Incluso alejo las palomitas que yacían sobre sus piernas, debido que el olor se relacionaba con ellas.

–Por Athena, Kanon –exclamó Saga, llevándose la mano a la cara, apretando con el índice y el pulgar su nariz –te estas pudriendo. –y no era una pregunta, era una afirmación –No seas marrano. –dijo, con voz rara a causa de haberse tapado la nariz.

–No soy marrano. –dijo, ofendido –Es algo que todas las personas hacemos, incluso tu...

–Si idiota, pero hay personas que si tenemos valores y respeto por los demás.

–¿Cómo tu? –preguntó irónico, alzando una ceja y mirándole con escepticismo.

–Aunque no lo creas, si, como yo. Por respeto hacia ti, que sinceramente no te mereces, cuando tengo necesidad de echarme uno, salgo del lugar y... y... hago lo que tengo que hacer. –murmuró, sus mejillas lucían rojas debido a la vergüenza que le provocaba hablar ese tipo de temas con Kanon, sabía que era normal echarse unos gases, pero hablar sobre eso con su hermano no era para nada normal.

–Pues dejame decirte hermano, que fallas miserablemente en tu "auto impuesta misión" –hizo comillas con los dedos, Saga frunció el ceño ante sus palabras –porque luego me llega el olorcito... Ugh... Y tu pareces una metralleta, no te hagas... Taka taka taka taka... –acompaño sus palabras de gestos extraños, simulando que traía una pistola en sus brazos.

–¡Pero jamás lo hago enfrente de ti! ¡Y ya no digas nada! –se apresuró a decir al ver que Kanon abrió la boca –Muchas personas tenemos decencia y educación. Cosa que tu no tienes, imbécil.

–La verdad, no. Y no me duele decirlo. –río –Solo tengo una pregunta para ti ¿Cómo los prefieres?

–¿Eh? –le miro confundido.

–¡Mis pedos! –exclamó con alegría –¿Cómo los prefieres? –sonrió de lado –¿Ruidosos e inofensivos o silenciosos y letales?

–Pero que... Que pregunta tan más estúpida. –exclamó, furioso –Pero de qué carajos me sorprendo, si fue un estúpido él que me preguntó –se puso de pie, dispuesto a irse –Y no prefiero ninguna de las dos opciones, si por mi fuera te metería un maldito corcho en el culo.

–Uh, imagina que me vaya echando uno y que por la presión salga como una bala y le de en la cara a alguno de nuestros compañeros. –se llevó una palomita a su boca, mientras masticaba continuó hablando –Mataría por ver algo así en la pantalla grande. Imagina una comedia sobre nosotros interpretada por Adam Sandler y Jim Carrey. A ti te interpretaría Jim y a mi el grandioso Sandler.

Saga le miró con la boca abierta y los ojos exaltados ¿Cómo carajo es que Kanon podía cambiar de conversación de un momento a otro?

–¿Sabes qué ? Yo me largo, ya no te soporto... Maldito pedorro.

–¡Se que me adoras! –grito, en cuanto lo perdió de vista –¡Y que prefieres los silenciosos!

–¡Vete al diablo Kanon! ¡VETE AL DIABLO!

-X-

Saga deseo con todas sus fuerzas que la tierra se lo tragara por la vergüenza. Por la deshonra en la que Kanon había dejado a la casa de Géminis.

Pero de qué se sorprendía, si Kanon era un maldito desvergonzado por naturaleza.

Sus compañeros le miraron con diferentes reacciones tiñendo su rostro: Algunos como Afrodita y Camus les miraron con desagrado. Otros como Shura y Aioros les vieron con sorpresa, y los más osados como Aioria y Milo no se contuvieron a soltar unas cuantas malas palabras debido a la poca educación del menor de los gemelos.

Saga jamás se había sentido tan decepcionado en su vida de su hermano, incluso la propuesta de matar a Athena palidecía ante el nuevo acto de este: El haberse echado un gas demasiado ruidoso en el comedor cuando todos estaban tomando su merienda.

–Con perdón suyo –Afrodita trago saliva y apartó con delicadeza el plato –pero se me ha quitado el apetito.

–Igual. –dijo Aioros con visible bochorno.

–Eres un maldito cerdo. –profirió Ángelo con enojo –¿Te lo han dicho alguna vez? –giro hasta verle de frente, si las miradas mataran, Kanon ya estaría muerto.

–See –el peliazul se llevó el tenedor con carne a la boca –pero jamás les tomó importancia.

–¿Acaso no te da vergüenza? –murmuró Mu, enojado –¡No solo nos has ofendido a nosotros, también a nuestra Sagrada Diosa!

–Bájale borrega... –torció los labios, Mu apretó los puños –se me había olvidado que los Aries son demasiado enojones y resentidos...–puso los ojos en blanco y prosiguió –Y Saori también se avienta sus buenos pedos, si no lo sabré yo. –se sopló el flequillo que caía sobre sus ojos –La vez que fui con ella a México por sus negocios no dejo de echarse unos pedos demasiado letales todo por tragar fritojoles.

–Frijoles, Kanon, frijoles. –le corrigió Shura, negando suavemente con la cabeza.

–Si, eso, frijoles, gracias Cabra.

–Cerdo asqueroso, marrano... Por lo menos avisa, tenía la boca abierta.

–Ey Gato, agradece que fue uno ruidoso porque si hubiera sido silencioso –se llevó el dedo índice a la garganta y simuló que era un cuchillo –estarías muerto.

–Kanon... Necesito hablar contigo. A solas. –musito Shion, su rostro oculto entre sus manos, sin animarse a verle.

Saori se había retirado del comedor apenas a Kanon se le había zafado el pedo, tomando eso como una ofensa demasiado enorme. Y Kanon, con simpleza había respondido en cuanto la pelilila le exigió una explicación: Prefiero perder un amigo a que perder una tripa, Princesa.

–Oye, Saga... –murmuró Kanon en voz baja en cuanto los demás comenzaron a tener una discusión sobre el incidente.

–¿Qué? –dijo a media voz.

–¿Siempre cuál prefieres? –y Saga sabía bien a qué se refería: a sus dos tipos de gases.

–A estas alturas... –observó a sus compañeros, enojados y ofendidos. Recordó el aroma del día anterior cuando Kanon hizo su graciosada y el sonido estruendoso del que se había aventado frente a sus amigos –Preferiría estar muerto.

"Y tus pedos ruidosos, porque con los silenciosos los matarías de asco" pero eso era algo que no diría ni en cien años.

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