Barriga vacía: corazón ligero. Cantemos a la taza de café caliente, al calumniado cigarro, a Bach cancerígeno, teógeno, a esta hora enhiesta en la soledad.
Aprendamos hacer el amor como las palomas. Lloremos como lloran los niños. Aún es tiempo de amanecer junto al sol.
En el declive de tu espalda voy a quedarme muerto un rato. Una dulcísima noche fatigada. En tu espalda, tus brazos que se duermen contigo, el sueño derramado sobre tu cuerpo, tus senos que respiran en mis manos. Oh, ausente.
Porque he querido quererte a través de los días, y ha pasado el tiempo de nuestro amor.