Pequeñas Notas...

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Hay cosas en la vida que nunca tendrán respuesta, o que será mejor mantener ocultas, pues todo lo que se rodeaba de misterio, fascinaba, atraía y de cierta forma se anhelaba.

Es por eso que una parte de él dejaba que todo siguiera como siempre, no investigaría nada, dejaría por primera vez aquel misterio sin resolver, después de todo aquello era demasiado tierno y hasta alargador.

Así que entró a su salón, con aquel porte elegante que lo caracterizaba, sus curiosas patillas reposaban en su fino y delicado rostro y el uniforme parecía fundirse en aquel cuerpo de adonis, sonrió ante la reacción que causaba y sonrió aún más cuando diviso su pupitre... Sin embargo, después de 7 meses ninguna nota se hallaba en este.

Levantó su ceja extrañado, se había acostumbrado a aquellas pequeñas notas que aparecían en su pupitre, ya fuese al inicio del día, cuando regresaba de su almuerzo o camino a casa dentro de su mochila, rara la vez pasaban las tres cosas en un día pero poco a poco aquel detalle se fue metiendo en su corazón y mente...

Sus amigos se habían burlado, hasta le habían jugado bromas con respecto a su pizarrón de notas que tenía en su cuarto, pero no le importaba, había alguien allá afuera que le intentaba animar pese a su horrible carácter y mal actitud y aunque tenía curiosidad prefirió dejarlo en misterio, no quería decepcionar realmente a quien le escribía.

Por eso no grito, ni se molesto o se enojo cuando no noto la nota aquel día, tal vez más tarde la tendría, sino sabia mañana tendría dos, así que continuo con su rutina, no mostró señal de cambió, sin embargo, aquel día sería el primero de muchos donde aquellas pequeñas notas dejarían de aparecer...

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En un sótano, llorando y asustado se encuentra un dulce castaño de ojos caramelo, su padre y hermano le tenían encerrado pues en escasos días el joven castaño debía conocer a su prometido, después de todo, al ser el heredero universal de la fortuna Vongola, su padre y hermano le habían comprometido con el líder de la familia Mellfiore y aunque su madre quiso ayudar, nada pudo lograr, menos aún cuando el padre descubrió que aquel maldito castaño, al parecer se había reencontrado con su amor...

Lastima que el joven a quien el castaño le había entregado su alma y corazón no lo recordara y menos aún supiera leer entre líneas, pues entre aquellas palabras de aliento y apoyo hacia aquel triste y melancólico azabache un mensaje entre letras de otros colores se leia <Recuerdame mi sol, te necesito o ahora de verdad te perderé. CIELO>

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Waaaa! Algo rápido y que no me dejaba en paz! Espero les guste ^^

Por cierto después del 15 de junio les tendré una sorpresa! Esperenla :3

Por ahora me despido pues es semana de exámenes antes de terminar mi semestre!

Los quiero!

Chaos!

Adriá 💜💜

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