Capítulo 6

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Emily esperó con impaciencia a que el timbre de la puerta sonara. No podía negar que aún estaba asustada, que aún tenía miedo de que aceptándolo cometieran el peor error de sus vidas. Sin embargo, Derek se merecía que fuera honesta con él. Tenía razón cuando le había dicho que William sólo había sido una excusa para huir de él. No podía permitir que aquello ocurriera otra vez.

Absorta en sus pensamientos se sobresaltó cuando finalmente escuchó el timbre. Sin siquiera comprobar por la mirilla quien estaba al otro lado, abrió la puerta. Gimió cuando comprobó que era William y no Morgan quien estaba al otro lado. De forma instintiva, retrocedió un paso, temiendo que la atacara de nuevo, pero éste permaneció en el mismo lugar sin hacer ningún intento por entrar. Pese a todo, parecía arrepentido, a pesar de que ella se sentía incapaz de perdonarlo.

- Lo siento... No quería asustarte.- Se disculpó al ver su reacción- Estoy sobrio... Sólo quiero hablar.-Miró hacia el interior del apartamento- ¿Puedo entrar?.

Ella abrió la boca, atónita. No podía creer que aún siguiera en Estados Unidos. Había asumido que había regresado a Londres.

- Creo que no...- Le espetó con frialdad- Y realmente tampoco tenemos nada de qué hablar.

Él asintió en un gesto de comprensión.

- Supongo que lo tengo merecido...- Una punzada de culpa lo invadió cuando se percató del cardenal en su rostro- Sólo quería pedirte disculpas. En un par de horas regreso a Londres. Pese a todo lo que ocurrido... Mi comportamiento no tiene excusa.

Emily escuchó sus explicaciones, tratando de controlar cualquier muestra de miedo. En honor a la verdad, estaba más enfadada que asustada.

- No, no la tiene...- Continuó ella en aquel tono helado.

William pudo notar la tensión en su cuerpo. Emily estaba de pie, sosteniendo el borde de la puerta con la mano, interponiéndose entre él y su apartamento. Algo que era inútil a su entender porque no había venido a empeorar la situación.

Se quedó en silencio sin saber cómo llegar hasta ella.

- ¿Algo más?- Le preguntó de forma cortante.- Estoy esperando a alguien.

Supo en ese instante que había hablado más de lo debido. La expresión de William cambió. Si antes se le veía arrepentido, ahora se le veía dolido.

- ¿A Morgan?- La cuestionó. Aunque sólo tenía que ver su expresión para saber que era así.

- No te importa.- Respondió ella.

William le dirigió una sonrisa amarga.

- Yo puedo haberme equivocado... Pero tú no has tardado nada en sustituirme...

Aquella pose ofendida casi la hizo reír.

- ¿En serio William? Perdiste tu derecho a reclamarme nada cuando me pusiste la mano encima.- Le recordó conteniendo su propio enfado.

Y de nuevo, estaba allí su gesto arrepentido. Si realmente había venido a disculparse, lo estaba haciendo de pena.

- Si... Supongo que sí...- Admitió finalmente con tristeza, y adelantó su mano en dirección hacia su mejilla- ¿Te duele?.

El hecho de que tratara de tocarla, la hizo reaccionar instintivamente. De un manotazo, le apartó la mano, y lo empujó hacia fuera, haciéndole perder el equilibrio. William cayó al suelo, de espaldas, y desde allí le dirigió una mirada sorprendido.

- ¿Te has vuelto loca?- Le recriminó- ¡No he venido a hacerte daño!.

Pero Emily se mantuvo firme, frente a él.

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