¿Qué tan bajo había caído para ser niñero de dos niñitas que no soportaba?
Si su madre lo pudiera ver ahora, sirviendo té y hablándole de mala gana a los osos de peluche, seguramente se retorcería en su tumba.
Un Al'Ghul sirviendo de diversión para Mar'i Grayson y Lían Harper
Muy bajo, Damián. Muy bajo.
A su lado, Raven sonreía burlona.
La mitad demonio era la princesa del juego, tenía una tiara y un cetro de juguete, las niñas eran las damas de compañía de la princesa y Damián era el vil sirviente que llenaba las tazas de un líquido imaginario.
Maldita bruja.
- ¡Tío Dami! Derramaste el té sobre el Señor Oso- exclamo Mar'i molesta, limpiando al peluche
Damián suspiro he intento no sacar su espada y decapitar al "Señor Oso"
Ya estaba llegando al límite de su paciencia.
Tal vez solo debería largarse de ahí y escapar de ese trio. Esconderse en cualquier otra parte de la mansión.
La Liga había reclutado a algunos Titanes para una misión muy importante en el espacio. Con esto, Dick, Starfire y Roy habían sido elegidos y habían dejado a sus dos "criaturas" al cuidado del ultimo Robin.
Ni siquiera se lo preguntaron, solo llegaron a la mansión, dejaron a las niñas y se retiraron con prisa.
Bruce no se encontraba, ni tampoco el mayordomo que fue a comprar provisiones.
Estuvo dos horas con Mar'i y Lían gritando y corriendo por todos lados.
Mar'i no paraba de volar sobre los costosos candelabros de la mansión
Lían insistía en probar sus habilidades con el arco en Titus.
Tras colmar su paciencia, él las regaño severamente. Un grito basto para que ellas detuvieran lo que estuvieran haciendo y lo vieran sorprendidas.
No tardaron en empezar a llorar.
Y así es como el Wayne pudo empeorar las cosas.
Las niñas lloriqueaban pidiendo a sus padres, lloraban por el regaño, lloraban porque "el Tío Dami" no era divertido...
Trato de calmarlas en vano.
Y finalmente decidió llamar de emergencia a la primera persona que se le vino a la mente.
Pensó que Raven usaría un hechizo para cerrarles la boca o hacerlas dormir un día completo, pero a la mitad demonio solo le basto con sugerirles un juego a las pequeñas para que estas, emocionadas, aceptaran y dejaran de llorar.
Ahora que estaba sentado en una diminuta mesita con juguetes y peluches a su alrededor, definitivamente hubiera preferido que las niñas siguieran llorando, a tener que pasar por esto.
-Sirviente, dame otro terrón de azúcar- Rachel le ordeno
Damián la miro con los ojos entrecerrados y si las miradas mataran....
-Claro- siseo, le dio sirvió algo simulando que era azúcar.
"Solo unas horas, unas malditas horas más y podrás deshacerte de ellas"
-Mmm...- Raven vio con desaprobación su taza de té- No me gusta, sírveme otro. -
La demonio de verdad estaba disfrutando esto.
Su venganza por interrumpir su día libre.
Damián inhalo profundo y le sirvió más té imaginario
