Capítulo 21

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No se suponía que debía sentirse tan agotada... Como si no hubiese dormido realmente, como si no descansara en días, y era confuso la manera en que a Roxy le costó horrores abrir los ojos y enfocar con precisión, este despertar era extraño, se sentía anormal. Levantando la cabeza de la almohada, sintió su estómago picar, y se dio cuenta que tenía un ardor en la pierna derecha y algo punzando en sus costillas.

Esto no era normal.

Incorporándose, tanteó el espacio vacío que había junto a ella, y recordó todo, la llamada y la determinación de Evan por acudir a esa reunión con Aria. Se sentó, lo primero que ocupó su mente fue Evan. Pero luego su pantera se movió nerviosa, susurrando sobre la existencia de algo que no encajaba en la habitación, algo que le llamaba poderosamente la atención y no sabía qué. Observó todo alrededor, nada había fuera de lugar, todo se veía bien.

Miró la hora, más de las nueve, Evan tendría que haber llegado ya, Roxy no quiso dar espacio a los malos pensamientos que se arremolinaron en su mente, confiaba en él con cada fibra de su cuerpo, Evan estaba bien, era sigiloso como fantasma,  de seguro debía estar en la cocina. Sentándose en el borde de la cama, se estiró y sus costillas volvieron a doler, intrigada Roxy levantó la remera con la que dormía pero todo estaba en orden y no había ninguna herida extraña. Bajó los pies al suelo, lo sintió algo pegajoso y... ¿Era un defecto de su vista o la madera tenía un desgastado tinte rojizo? Respiró, no le dio importancia, se aferró a la idea de que todo era producto se su mente, tambaleante, Roxy fue hasta el armario y se vistió.

Oír movimiento en la cocina le trajo algo de alivio, ella se apresuró deseosa de recibirlo como todas las mañanas, no sabía por qué lo extrañaba tanto, como si no lo hubiera visto en meses, quería tanto verlo... Pero para su enorme sorpresa, no fue a Evan quien se encontró de espaldas a ella en su cocina, sino a Daryl. Perpleja, comenzó a dudar, ¿acaso todo lo que había vivido se trataba de un sueño y ella de nuevo en el principio? No, eso era algo realmente alocado.

—Daryl... ¿Qué..., qué haces aquí?

Daryl se giró, haciendo dar vueltas el agua que contenía el vaso en su mano. La tensión del leopardo le alarmó, a Roxy se le aceleró el pulso imaginando cosas que le dolieron, estaba al borde de entrar en pánico cuando recurrió al vínculo y no lo sintió ahí, era como si estuviese apagado.

Algo andaba mal...

—¿Dónde está Evan? —Preguntó con voz temblorosa.

¿Lo habían capturado?

—Roxy, tranquila, él está bien. —Pero el leopardo no sonaba tan convencido..

Daryl bebió el agua y dejó el vaso sobre la encimera, acercándose con cautela le miró fijo tratando de calmarla con una sonrisa que se notaba a millas de distancia que era falsa. Roxy retrocedió, volvió a buscar el vínculo pero de nuevo no lo encontró activo, no estaba roto, ella lo habría sentido romperse, pero Evan estaba fuera de su alcance de una forma que no entendía, y eso le asustaba.

—No lo siento... —balbuceó, acogiendo la desesperación en su pecho—. No lo siento... Daryl... No lo siento... Daryl ¿qué está pasando?

Llevándose las manos a la cabeza, Roxy evadió el intento de Daryl por abrazarla, volvió a la sala y lo llamó, una y otra vez, pero en la pequeña cabaña solo estaban ellos dos.

—Roxy, cálmate —Exigió Daryl.

Ella le siseó al darse vuelta, la pantera saltó al frente, Daryl se movió a la defensiva, astuto, ya sabía por experiencia que no era conveniente hacer enfadar a una pantera.

—¿Dónde está mi compañero? —Reclamó.

Algo de dolor se reflejó en los ojos marrones del leopardo, pero ella lo ignoró.

El Destino de Evan [Ice Daggers Spinoff] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora