Capítulo 19

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Días después del entierro, Evan fue solicitado junto a Daryl, Finnick, Sam y Kean, para ayudar a construir el invernadero en las nuevas parcelas de cultivo ubicadas en la hondonada sur. Fue algo verdaderamente útil, y por primera vez en un largo tiempo se sintió como si estuviera en casa, tenía en su pecho algo de alegría, la misma que una vez sintió cuando formó parte del clan Ice Daggers.

Al terminar, los cinco retrocedieron para mirar el trabajo hecho, la enorme capa de plástico estaba firmemente ceñida a los postes de hierro que se curvaban en un medio círculo de diez metros de largo por cinco de ancho.

—Buen trabajo —dijo.

Los hombres y el cachorro sonrieron.

Y luego Evan recordó lo que había estado planificando, esta era una ocasión ideal, tenía a cuatro fuertes leopardos que le eran muy cercanos, y también lo veían como un amigo, podía ver la lealtad en ellos. Eran los sujetos indicados, pero no estaba seguro cómo tomarían su propuesta.

—Tengo que hablar con ustedes —dijo en voz baja, luego echó una mirada alrededor para cerciorarse que no hubieran guardias vigilando—. Adentro.

Ninguno puso resistencia. En el interior del gran invernadero, la tierra estaba removida y preparada para la siembra, el olor a humedad ya se estaba acentuando. Evan los condujo hasta el centro, lo más alejado de la entrada que Kean cerró después. Un escalofrío le recorrió el cuerpo cuando las sombras de los árboles se proyectaron sobre el plástico aislante.

Tomó aire. Ya estaba decidido.

—Sé que esto les parecerá muy contradictorio... —Se detuvo, era difícil admitir que en todo momento estuvo equivocado por obstinación, y que esto... Era lo que debería haber hecho desde el momento en que Roxy le contó sobre lo mal que estuvo manejando Richard al clan—. Voy a hacer lo posible por destituir al alfa.

Hubo una interesante paleta de reacciones, alegría, orgullo, determinación, y escepticismo.

—¡Oh sí! —Exclamó Kean.

Finnick palmeó su hombro, como era habitual, con fuerza.

—Ya era hora —agregó.

Evan miró a Daryl, sus ojos felinos lo aprobaron.

—Creo que es una excelente idea.

—Yo pienso que es un suicidio —replicó Sam, todas los ojos fueron puestos en el hombre. Sam frunció el ceño—. ¿Qué? Es lógico, Evan es solo un alfa pequeño y delgado —se detuvo y le hizo una reverencia sutil—. Sin ofender. Richard tiene tigres y leones escoltandolo todo el día, ¿qué se puede hacer contra eso?

Evan debía admitir que el leopardo tenía un punto razonable.

—Estoy trazando un plan factible, está en proceso porque pretendo seguir con vida el tiempo suficiente para no dejar cabos sueltos. —Evan se cruzó de brazos y miró fijo a Sam—. Y por ahora, es la única opción de que sean libres de nuevo.

Colocando las manos en la cintura, Sam suspiró.

—Bien, te apoyaremos.

Evan por poco sonríe de alivio.

—¿Ahora qué? —Preguntó Daryl.

Se quitó la chaqueta de mezclilla con aislante interno, luego de enviar a Kean a vigilar el movimiento cerca de la entrada, Evan se subió la manga de la camisa, sacando una garra se hizo un corte lo suficientemente profundo como para sacar sangre sin comprometer las venas y arterias importantes.

Daryl abrió sus ojos, en una expresión de sorpresa y pánico.

—¿Qué es lo que pretendes?

El Destino de Evan [Ice Daggers Spinoff] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora