poemas

Nuevamente expectante.

¿Dónde estuviste antes de conocerte?
es difícil verte al rostro ahora,
sentir, a veces, ganas de acariciarte,
pero la incertidumbre me perfora.

Hay en ti algo que nunca esperé,
una cierta preocupación confusa,
y ya no sé qué enfoque le daré,
quiero verte y no hay excusa.

Hay muchas dudas de por medio,
pero hay deseo e interés latente,
mi mente prepara su asedio,
no entiendo lo que ninguno siente.

¿Cuántos más han conocido de ti?
¿cuántos han sentido tu pulso frío?
es ridículo analizar lo que viví,
porque son entusiámos de un crío.

Ambos tenemos vidas distintas,
podríamos vivir sin el otro,
pero mi mente hace sus fintas,
cierro los ojos y veo tu rostro.

Puede que no seas despampanante,
pero,¡ vaya que tienes mi atención!,
piensas de una manera interesante,
y quisiera saber cuál es tu intensión.

Ahora te escribo un poema,
o lo escribo para mí mismo,
cuando mi corazón lejos rema,
evitando mi abstraccionismo.

No quiero un beso cualquiera,
quiero leer tu mente durante uno,
sentir tu piel misteriosa si pudiera,
y ser tierno si es oportuno.

Será diferente a las otras veces,
serás la única en la que pensaré,
será otra forma en que te expreces,
y quizá así, al fin respuestas tendré.

Comenzamos con brio pasional,
ahora no quiero algo tan flojo,
no planeo ser tan superficial,
mientras contigo mis acciones escojo.

No sé a quién pertenece tu mente,
no tengo claro a quién pertenece la mía,
y me pregunto si presionar es pertinente,
o mejor esperar a conocer la hastía.

Podemos olvidar lo que sucede,
pero... ¿es a caso lo que buscas?
podemos no interesarnos en lo que procede,
y olvidaré entonces cómo luscas.

Tendremos caminos distintos,
y las perspectivas cambiarán al final,
habremos conocido ojos lindos,
y nada nunca irá mal.

Seremos unos amigos más,
y habrán preguntas de menos,
pocas veces preguntaré dónde estás,
y no insinuaré si nos veremos.

Pero todo son posibilidades,
así que aún puedes corregirme,
no creo que hayan ambigüedades,
sé realmente tú al escribirme.