Satisfecho
La música suena, todos celebran la unión de sus almas, la fiesta es de las más ostentosas que se han visto en Londres, en el salón del castillo de los Lewis se lleva a cabo la recepción de la llamada "boda del año" pues Charlotte Tomlinson la hija del duque de Cambridge se ha enlazado con un famoso pianista Edward Cox, compositor magnífico, cada pieza que sale de sus manos es una carta de amor para Lottie.
En un principio la alta burguesía veía a Cox como un aprovechando, su familia era de clase baja, pero lo importante era su talento, la razón por la que conoció a los Tomlinson, la Duquesa Johannah adoraba la música.
-Muy bien, muy bien, ¡de esto estaba hablando!. Ahora todos recibamos con un aplauso la dama de honor, ¡Louis Tomlinson!.- Mencionaba con alegría el conde de Sussex Liam Payne, mejor amigo del novio un alfa de ojos miel y sonrisa encantadora.
De las mesas más cercanas a la principal sale un omega de cabellos cortos color caramelo, labios rosas, piel bronceada por el sol del verano londinense, cintura estrecha y trasero prominente en un traje gris que hace resaltar sus ojos azules cual zafiros, aunque... está vez se notaba algo triste dentro ellos, hay una sombra en su interior, no brillan igual desde la muerte de la Duquesa.
Hubo un tiempo en que volvimos a ver el sol resplandecer en él, su sonrisa inundó las cortes, el big Ben fue testigo de ello, su hermana y los sirvientes sentían que la felicidad volvía a la vida del joven. Pero al enterarse del compromiso de Lottie con Edward todo volvió a ser gris, al igual que la vestimenta que portaba en ese momento.
-Un brindis por el novio- alzó su copa y dirigió sus ojos a su cuñado Edward Cox, sus ojos brillaban, parecía iba a llorar, sentía el escozor de las lágrimas, se cerraba su garganta. -Por la novia- Miró a su pequeña Lottie, recordaba su infancia, todas las veces que dejó todo por la felicidad de su hermana, daría todo por garantizar su bienestar. – De su hermano- observaba a su padre feliz por su pequeña, alza su copa mientras, junto a los demás invitados corean su nombre. - Que siempre estará a su lado- ve a todos los invitados sonreír y escuchar atentos sus deseos para los novios -Por su unión- todos repiten la frase y los ojos de Charlotte brillan, desea llorar en ese instante pero se retracta… prosigue - la esperanza que nos dan- toma un respiro para poder terminar, su mano tiembla con la copa en ella, su voz se quiebra -deseo siempre, siempre... estén satisfechos-. Pareciera un remolino de recuerdos la tragara, un viaje en el tiempo, a la noche dónde su vida cambió, dónde su felicidad se fue… por segunda vez.
Era el mes de mayo, las carretas llegaban a la mansión de los marqueses de Scottney, celebraban a la pequeña Lizzy que cumplía 18 años, se casaría con un conde de Somerset el próximo año.
Recuerda perfectamente esa noche, puede que se arrepienta por ello toda su vida, recuerda los soldados y aristócratas buscando captar la atención de alguno de los hermanos Tomlinson.
Entre la tenue luz de las velas, los asistentes curiosos, sus extravagantes trajes, bocadillos magníficos, pudo ver una figura larga y delgada, parecía un sueño. Desde esa noche cuando unas esmeraldas lo llevaron a otro mundo, unos labios gruesos que eran dignos de veneración, y una piel tan clara como la nieve ¡Jamás podría olvidar la primera vez que vio esa cara¡, no volvió a ser el mismo desde ese día.
Jamás había visto algo así, ojos inteligentes, educado y un semblante hambriento. Cuando juntaron sus miradas el ojiverde se acercó lentamente, con un simple hola fue capaz de hacer que olvidara su nombre, logro hacer una sonrisa rápida para disimular su sorpresa, había encendido en llamas su corazón, más que eso, encendió cada parte de él, ¡esto no es un juego!.
-Me da la impresión de que usted es un hombre que nunca ha estado satisfecho- dijo una voz ronca cerca de su cuello su olor era fresco, como pino y tierra mojada, un alfa, uno muy cretino a su parecer.
Algo pasmado respondió el ojiazul – Estoy seguro de que no sé a qué se refiere- con un gesto despectivo susurro -Recuerde sus modales.
Una sonrisa de hoyuelos surco el rostro del más alto – Usted es como yo, nunca estoy satisfecho-.
Louis alza una ceja y pregunta -¿Ah sí?- el rizado asiente -Nunca he estado satisfecho-
-Mi nombre es Louis Tomlinson- Su cara era un poema, transmitía sensaciones que olvidaba haber experimentado antes, sobre todo alegría, se sentía vivo al verlo. El olor del ojiazul era a fresas y orquídeas, un olor muy dulce para un omega con un temperamento fuerte.
– Edward Cox- Al terminar de pronunciar las palabras besó los nudillos del joven de piel caramelo, sus ojos creaban un espectáculo natural, único, sin igualación.
Las copas verdes de los árboles besando sutilmente al cielo, zafiros y esmeraldas uniéndose, azul y verde juntos como en los arcoíris.
- ¿De dónde es su familia?- Cuestionó el duque, jamás le había visto antes en alguna reunión, tal vez era forastero.
- Eso no importa, hay un millón de cosas que no hago aún, solo espera… solo espera- dijo confiado Edward.
Entonces ¡es así como se siente cuando congenias con una persona de tu mismo intelecto!, ¿Cuál es el truco? Sentía la libertad, la luz dentro de toda la oscuridad que tenía su vida después de las pérdidas familiares, los escándalos y la presión social.
Por nacer Omega era obligatorio que fuera educado, atractivo y el mejor partido para un multimillonario alfa, pues de otro modo no podría ayudar a mantener el estatus familiar.
Pero algo del chico que tenía al frente era diferente, lo pueden ver ¿no?, ese chico es magnífico, atractivo, exótico.
Platicaron por unos tres minutos caminando por el jardín tal vez más, perdían la noción del tiempo, tenían las mismas ideas liberales, de acuerdo en los tópicos que consideraban tabú o relevantes, luego de la amena charla decidimos volver al interior.Narra Lou:
Llego la hora del baile y el pidió el piano al encargado de la orquesta, la pieza que interpretó era maravillosa, llena de alegría y esperanza, igual que él, ¡no pude evitarlo! comencé a bailar como cuando mi madre tocaba el piano para mí e improvisando coreografías montábamos espectáculos en las veladas durante mi infancia y adolescencia.
Da lugar al pianista encargado, me saca a bailar de manera astutamente seductora.
Posa una de sus manos en mi cintura, son grandes y fuertes, se siente bien estar cerca de él, bailamos sincronizados, como si nuestros pies estuviesen conectados, sus manos tiemblan a veces mira de reojo.
¡Lo tengo! ¿Cómo no lo noté antes, es pobre, actúa por instinto, sin guías o reglas.
¡Pero mierda! Es apuesto, ¡y vaya que él lo sabe!.Sin barba, ¡y ni siquiera puede hacer que crezca!, quiero llevármelo lejos de este lugar busco la salida más cercana pero veo a mi pequeña Lottie, ella está entre todos esos aristócratas engreídos, tímida, tierna y sobre todo ¡Indefensa!, en sus ojos lo puedo notar y puedo ver la verdad de golpe.
Hay tres grandes razones que he descubierto.
Soy un omega en un mundo donde mi único trabajo es casarme con un hombre rico, mi padre no tiene más hijos varones por ello soy el encargado de escalar socialmente.
Soy el mayor, el más astuto y peor aún los chismes en torno a los de mi casta son insidiosos sumándose que Edward no tiene ni un centavo. ¡Eso no significa que deje de sentir algo por ese alfa!.
Lo tomé de la mano, comenzamos a caminar rumbo a mi hermana.
- ¿A dónde me lleva? Preguntó Cox
- Voy a cambiar su vida- dije seguro
- Pues entonces, guíe el camino- Su sonrisa era maravillosa, era una lastima que el destino me jugará una trampa, sé que jamás podría ver esa sonrisa a mi lado por las mañanas.
Llegamos junto a Charlotte, decidí hacer lo correcto para los tres.
Mi pequeña se deleitó con Edward, pude notar como sus pupilas se ensancharon con la imagen del músico.
-Charlotte Tomlinson, es un placer conocerle- Mi niña estaba tan radiante como un sol.
-¿Tomlinson?- Dudó el rizado a mi lado
-Mi hermana menor- agregué con obviedad.
-Gracias por sus atenciones- dijo entusiasmada mi bella florecita.
-Si se requiere luchar una guerra para que no conozcamos, valdrá la pena- beso la blanca mano de Charlotte y lo supe estaba hecho.
-Los dejaré solos- Avance hacía las escaleras que conducían a un balcón cercano, necesito aire.
Dioses, ¡otra verdad llegaba a mi subconsciente!
Está tras de mí porque soy un Tomlinson, eso elevará su estatus debo ser muy ingenuo para ignorar los hechos.
Tal vez por eso fue mejor presentarlo a mi hermana y he aquí el resultado ¡los dos en su boda!.
Tenía razón Edward Cox jamás estaré satisfecho.
Pero lo más real y doloroso es el hecho de que conozco a mi hermana como a mi propio ser, no hay persona tan amable o confiable como ella.
Si le hubiese contado que sentía algo cuando estaba al lado de ese hombre, callaría sus propios sentimientos, el sería mío, tal vez yo sería quien porte un traje blanco, pero en el fondo mi hermosa florcita sufriría, diría “ estoy bien” pero todos sabemos que estaría mintiendo.Vuelvo a la realidad, todos me miran esperando termine mi discurso, cómo fue posible que me quedará mirando a la nada.
- El amor es la más grande alegría que alberga el corazón, correspondido es el mejor presente que podemos recibir, Edward, Charlotte, deseo siempre estén satisfechos de todo lo que hagan a partir de hoy. Se llevan una parte de mi corazón, porque el amor es lo que es, espero ambos puedan sentirse en su hogar- todos brindan y me dirijo a la mesa donde se encuentra Zayn, mi prometido, su madre era hija de un Sultán árabe y su padre un duque de la casa real inglesa, un alfa de rasgos únicos y ojos encantadores, mi padre está feliz con ello, creo que puedo sobrellevarlo.
Pero por las noches mis fantasías son acerca de ojos verdes, mientras sueño con lo que pudo haber sido de no haberle juzgado tan rápido, tengo el consuelo que mi hermana es feliz siendo su esposa y que mantengo esos ojos esmeraldas en mi vida.Hay algo que ambos sabemos:
Él nunca podrá estar satisfecho y yo nunca podré estar satisfecho.Es mi primer OS, perdón por las faltas de ortografía o la mala redacción.
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Satisfecho
Historia CortaUn O.S de amor fraternal y sacrificio. Louis es el hijo omega del Duque de Cambridge, su familia es respetada en toda Inglaterra. cuando Edward, un músico llega a su vida, cambia todo, logra alejar su tristeza por un momento, sacarlo de su duelo y s...