Me fije en ti.

Capitulo 4

No era demasiado tarde cuando llegue por mi hermano, suelo ser la ultima en llegar. Como siempre salude y me lleve a mi hermanito en su cochecito. Bajo las escaleras del metro con dificultad, siento un frio por mi espalda al llegar al metro, una extraña sensacion como si mi cuerpo me avisara de que algo iba a pasar y entonces todo se puso negro.

intente abrir los ojos pero no era facil, la luz me lastimaba como si miles de cuchillas entraran por mis ojos, poco a poco mi vista fue mejorando y entonces a mi lado vi a mi madre dormida.

Leila: Mama?

Mama: Hola princesa, como te sientes?

Leila: No entiendo, que paso?

Mama: Te desmayaste en el metro mi amor, por falta de azucar.

Leila: Pero ya todo esta bien?

Mama: Tranquila, te suministraron suero y ya estas mejor.

Leila: Y mi hermano? donde esta el?

Mama: Tranquila esta con papa, no le ha pasado nada no te preocupes, ahora deberias de descansar.

Cuando era pequeña era muy enfermiza, mi padre siempre fue muy precavido conmigo ya que mi hermano mayor murio de cancer cuando era muy niña, eso lo destrozo por completo pero el no podia hacer nada, el cancer suele ser una batalla perdida que aunque lo intentes y reces... no suelo hablar de esto con mis padres, no es facil para ellos y menos para mi, que su viva imagen no desaparece, lo extraño, lo añoro, pero no todo puede ser buenas cosas, la vida suele ser fria y dura aveces no tanto si tienes a las personas correctas en tu vida .

Despues de pasar todo el dia en el hospital para hacerme seguimiento, me dieron de alta y pude dormir en casa. Tenia clases al otro dia y no podia perder mas tiempo de lo que ya habia perdido. Era un nuevo año escolar y de el depende mi futuro profesional. Me acoste muy temprano ya que el hospital me habia dejado completamente cansada, no tuve ningun sueño extraño como siempre, y me levante con mucha energia.

Hice mi trayecto de siempre y me encontre con una chica de mi clase estaba discutiendo con el conductor, pero al tener mis audifonos puestos, no puse mucha atencion asi que solo me baje y fui directo a mi escuela. Durante mi camina a mi salon de clases encontre a la unica persona con la habia mas o menos hablar y me daba confianza, Emily, Emily Ducour, era una chica de estatura pequeña, de ojos verdad y de cabello rubio casi blanco. Era una ternura andante y eso me encantaba de ella.

Emily: Hey! por que no viniste ayer?

Leila: Lo siento, tuve un problemita, nada del otro mundo

Emily: Segura? Tenemos una hora libre despues de esta clase, quieres que te pase los apuntes?

Leila: Por favor.

Seguimos caminando hasta llegar frente nuestra aula, y para ser sincera, la puerta emanaba un aire muy deprimente. Mientras esperabamos un chico muy alto junto a otros chicos de mi clase llegaron, yo como siempre me puse juntola area de los bolsos para evitar cualquier contantactos con ellos, cuando terminaron de saludar a mi amiga, me puse junto a ella. Me puse mis audifono y me quede mirandon por la ventana, el clima estaba empezando a ponerse frio y no me gustaba, luego me gire y mire a mis compañeros de clase y me fije sobre todo en el chico alto al cual le daba 1 metro 94, y cuando me fije bien en su rostro, recorde que si lo habia visto en otro lugar y fue en mi trabajo, el cual no quedaba muy cerca de aqui, lo cual me sorprendio ya que normalmente los chicos que estan en mi escuela, suelen vivir cerca de aqui.

Llego mi profesora y entramos en orden, ella habia hecho un nuevo plan de clases, lo que significaba que era ella quien daba los lugares, a mi me daba igual con tal de no estar al frente y como buen destino, me sentaro junto a Emily. Amaba la clase de literatura pero en ese momento lo unico que pensaba era que queria dormir y que odia la profesora por no dejar de llamar la atencion a los pobre soldados que estaban cayendo, despues de una hora que me parecio eterna; baje con Emily a la sala de reposo donde pasariamos nuestra hora libre mientra me desatrazaba, y hacia la tarea que aparentemente era para hoy y no tenia ni idea, cuando termine aun nos quedaban diez minutos de descanso asi que decidi tomar un cafe, y le invite un chocolate calienta ya que a ella no le gusta el cafe. Junto a la maquina de cafe estaba el chico alto, con un chico mucho mas bajito y que hacia casi la misma altura que yo; se estaban riendo de algo, y cuando nos acercamos, nos observaron y se fueron, mejor para mi por que no me gusta el aproximamiento social. Despues de otras largas hora de clase y un almuerzo infernal ya que ese dia Emily comia en su casa, asi que tuve que buscar la esquina mas remota y escondida que tenia la cafeteria para que nadie de mi clase me viera o que por compasion me invitaran a comer con ellos, lo cual no serviria de nada ya que no se comunicarme con las personas.

Cuando al fin salimos de clase, me despedi rapidamente de mi amiga (si podemos llamarle asi) para ir a mi trabajo, ya que me tocaba el turno de la tarde noche. Cuando llego, veo a Josh el cual esta solo ya que mi otra compañera ya se habia ido a casa. 

Leila: Como estas Josh?

Josh: Aburrido, pero ya que llegaste me sentire menos solo.

Me rio por su forma de decir las cosas y entro al vestuario para ponerme mi uniforme

Hoy habia decidido tomar horas extras en el trabajo, ya que necesitaba el dinero y mi turno terminaria a las diez de la noche lo cual no era tan tarde para mi y no tenia ninguna tarea para al otro dia. Eran las nueve en punto cuando Josh termino su turno asi que yo me quedaria sola, por una hora nada mas, estaba organizando algunas cosas para solo tomar la comida y refijerar los liquidos. Cuando justo a las nueve y media llega alguien

Sin mirar quien era, mientras ponia en marcha la caja y la pantalla le digo

-Tienes suerte que aun no recogi nada

y sonrio para mi misma y justo en ese momento levanto la cabeza con mi sonrisa y me paralizo. Es mi camarada de clase, el alto... no recuerdo como se llama

***: Leila, cierto?

Leila: Si -dije muy suavemente-

***: Sabia que te habia visto en algun lado

Leila: Si, yo tambien -sonrei nerviosamente- que quieres ordenar?

***: Un batido de banano con arandanos

Leila: De acuerdo, emmm

***: Alan, me llamo Alan

Senti un calor subir por mis mejillas, que verguenza! habia olvidado completamente su nombre

Leila: Lo siento -dije mientras sonreia nerviosamente- ya te lo preparo

El solo asintio con la cabeza y se sento en una de las mesas individuales. Siento que voy a morir, y no se porque...