Prólogo.

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El coche va rápido, veo aparecer y desaparecer los árboles al ritmo de Why Am I The One de Fun. El nuevo barrio no es mi hogar - ese lugar donde me crié, donde tengo a mis amigos, donde tengo mi escuela, donde tengo, absolutamente, todo... -, pero no está mal. Bueno... ¿un orfanato es un hogar? Puede que no lo sea pero para mí, sí que lo es. Me  explico, por lo que he escuchado decir a la gente (o en mi caso, por los libros que he leído), el <<hogar>> es donde uno se cría y recibe el amor de su familia y, aunque yo no tenga familia -literalmente- he tenido a Susana ( mi "madre", una monja que cuidó de mi por estos dieciséis años) , a Mel (mi "hermana", una niña que llegó al orfanato dos días después que yo) , a María (mi "abuela", la monja <<líder>> por así decirlo) y a Eric (mi "amor". Me da risa decir eso pues tenía cinco años y ya estabamos "enamorados").

En fin, creo que me estoy yendo por las ramas, ¿no?

Bueno, mi vida no ha sido, ni es, ni será perfecta. Eso lo sé, pero... algo muy dentro de mí -muy, muy, muy, en el fondo- desea que sea así. Sí, ya lo sé.  Estúpido, idiota y gilipullo pero... yo soy así. Os contaré sobre mi vida...

Empecemos con mi infancia... Cuando yo tenía tres semanas de nacida. No, mejor no os cuento mi infancia (demasiada mierda para vosotros).

Mejor empecemos por mi familia. Mi padre... - mierda, no tengo- Em... Sigamos con la escuela.

Sí, la escuela... La escuela fue preciosa, hermosa, perfecta, divertida y... a quién quiero engañar, la escuela fue una mierda... ¡YA LO SÉ!, hablemos de la adolescencia, lo interesante de mi adolescencia es que... también es una mierda...

Mirándolo bien, me acabo de dar cuenta -mentira, ya lo sé desde hace mucho- de que mi vida es una completa CLONC  (mierda, para los que no sean clarianos) con letras mayúsculas, subrayado y en negrita.

Volviendo a la realidad - aunque lo que dije de que mi vida es una clonc también es la realidad... No sé por qué puse "volviendo" si nunca salí de... Mejor sólo dejadlo-. Para resumir, ahora me encuentro saliendo del coche que me trae a mi nuevo <<hogar>>.

Giro la cabeza para echar un vistazo a las casa y me entra un escalofrío al ver al vecino mirarme fijamente.

¿Qué mira?, ¿tan fea soy? A ver... Repasemos mentalmente mi vestimenta.

Llevo unos vaqueros azules desgastados y rotos en la rodilla (pierna izquierda) y en el muslo (pierna derecha), una camiseta de tirantes gris, una camisa manga larga de cuadros azules y rojos atada en la cintura, mis Converse rojas un poco sucias -vale, muy sucias... parecen de vagabundo-, mis gafas de pasta y por último mi gorrita de lana gris XXXXXXXL.

Yo creo que voy normal, ¿verdad? Digo, no voy como prostituta... creo.

Por lo tanto... no sé qué clonc está mirando. Igualmente su mirada fija me ha dado un escalofrío que empezó en la parte superior de mi espalda y terminó su recorrido en la punta de los dedos de mis pies.

Aprieto fuertemente mi libro (The Maze Runner, bitches) como si eso me fuera a volver invisible y me fuera a librar de su mirada. Por poco me echo a correr. En serio, su mirada era muy penetrante, como si viera a través de mí o, estuviera escaneándome. Me pregunto quién será ese chico de pelo de colores... Supongo que mañana sabré quién es -claro, sólo si va a mi calse o a mi instituto-.

—Hey, Alex — escucho mi nombre asi que me giro aún bajo la mirada del extraño y sin soltar mi libro.

—¿Si? — susurro tímidamente. Es Liz. Ella y su familia me acogieron ayer. No... no les tengo mucha confianza aún pero espero poder hacerlo pronto... Digo... ¡Me acogieron!

||Black Wings|| Michael Clifford.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora