【 O1 】

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En su línea de trabajo despertar para ver en un nuevo día era un logro y éxito, nunca sabes cuándo será la última vez que salgas a completar una misión, cerrar un negocio o tan sólo a pretender tener un día normal.


No hay días normales para la mafia, sólo hay días tranquilos, caóticos o terribles.


Hoy es, gracias a todas las casualidades de la vida, un día tranquilo.


El cuerpo de Doyoung descasa exactamente donde lo vio por última vez la noche anterior: en sus brazos. La cabellera negra ocupa su campo de visión, puede sentir su pecho moverse con tanta armonía en cada respiración, su calidez y firmeza recordándole que ambos siguen vivos; es una de las pocas mañanas en donde tiene permitido dormir hasta tarde, así que puede darse el lujo de levantarse con la perfecta sensación de su amante descansando junto a él, es aún más especial tomando en cuenta lo exhaustos que habían quedado tras la intensa actividad la noche pasada.


Ayer había sido un día caótico.







Tenían una misión, una que debía ser sencilla, en la que todo tendría que ir de acuerdo al plan: entrar, pedir una tregua entre bandos, obtener la mayor cantidad de beneficios y salir de allí con la frente en alto. No se suponía que habría necesidad de sacar armas, mucho menos de dispararlas, ni siquiera para intimidar. Pero claro, ellos tenían que hacerse los valientes y pensar que podrían asesinar a su representante de negocios, creyendo que con ello calarían de miedo y respeto sus huesos. Que equivocados estaban.


Las cosas habían sucedido con demasiada prisa, pero al mismo tiempo habían tenido la oportunidad de verlas desenvolverse. Ambos negociantes en una mesa, cuatro guardaespaldas de cada bando -entre los cuales se encontraba él- detrás de sus respectivos superiores, vigilando que nada saliera de control. Excepto que tenía que suceder. Jongdae, el representante de negocios al cual protegían, era un experto en la manipulación de las palabras, un mago en los discursos, simplemente un demonio en su campo de trabajo. 


Les estaba consiguiendo un gran trato: Un tercio del territorio de esa nueva mafia recién establecida y en crecimiento, acceso al apoyo contrario a cambio de protección de las áreas colindantes, y por supuesto, subordinación y reconocimiento de la superioridad de la mafia SM. Honestamente era un buen trato para esas personas, no era fácil hacerse camino en este mundo y el apoyo de una mafia prestigiosa como la suya sería buena forma de iniciarse.


Pero la ambición y egolatría eran también una característica de aquella vida, así que estos sujetos creían que podrían hacerlo, asesinar a Jongdae. El arma de uno de los sujetos del bando contrario apuntaba directo en la frente de su negociante, quien no podría lucir más entretenido de lo que usualmente estaba al mirar una película, quizás hasta le había despertado una chispa de emoción a tan aburrido encuentro, pero claramente esto no era lo que debía pasar y mucho menos algo que perdonar.


— ¿Seguro que quieres hacer eso? Puedo asegurarte que no saldrá nada bien. —Jongdae chasquea la lengua, sin una pizca de temor o preocupación.

𝐏𝐞́𝐧𝐝𝐮𝐥𝐨 ➭ Dotae🔞 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora