Cap III

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Resulta que 10:00 min antes de salir de mi jornada llega la luz al establecimiento... parto a la parada de bus, después de 30min de espera llega una buseta que va a mi destino, claro no cabía ni un alma como es de esperar, se escuchaba al chófer gritar con fuerza

-"Corran, corran hacía atrás, allí hay espacio"-

La cara de todos nosotros era un poema.. pero por desgracia esto se convirtió en costumbre... Que locura, lo que daña se vuelve costumbre, ya somos zombies a plena intemperie, recuerdo el paralelismo de "El infierno de Dante" con este infierno real... mi mente se sumía en pensamientos diarios y cotidianos, realmente estaba mas cansada de mente que de cuerpo, en una jornada sin haber hecho prácticamente nada pero mi mente siempre pensando en ¿que hacer?, ¿habré tomado buenas decisiones en mi vida?, ¿será que todos debemos salir del país?, ¿Que haré para cenar,ya no hay papa, ni yuca... que haré? Y así, allí estaba yo, mitad en aquél bus y mitad ida, completamente perdida de repente empiezo a gritar como loca

- ¡Paradaaaaaa, paradaaa por favor!, desperté de golpe de mis pensamientos, por fin he llagado a mi destino, después de caminar menos de una cuadra desde donde me dejo el bus.

Al llegar a casa me encuentro con otra realidad, no hay luz... mi cara de frustración no era normal. Entre a mi residencia y me encuentro con el grito que se escucha a voz populi

-"Maduroooo-, -Coño e' tu madre-"

Eran como las 6:00 de la tarde y ya no se distinguían las caras de los vecinos que salían de sus apartamentos al estacionamiento para liberarse un poco de la penumbra y oscuridad dentro de sus casas y yo no dude en hacer lo mismo, allí estaban mis vecinos y comenzamos a hablar de todo, vida, trabajo y demás.

- Holaa holaaa, buenas noches- seguido de un choque de manos con uno de mis vecinos mas queridos, no sabía quien había llegado, ni distinguir su cara pude, los demás saludamos por educación y con un apretón de manos ya eramos conocidos

Era extraño, al momento de llegar aquél desconocido sentí escalofríos, tenía mucho sin tener esa sensación(en realidad no creo haberla tenido nunca), siguió la noche y la luz nada que llegaba, aquel al cual no conocía salio un momento prometiendo regresar, yo hice un par de llamadas las cuales me vi obligada a intentar e intentar miles de veces para poder comunicarme, a eso de 20 min ya estaba de regreso,estábamos todos, debajo de la luz de una lampara y de conversaciones que abarcaban cualquier tema..

Allí lo vi, en realidad, medio lo vi, ya que la vela no alumbraba para mas, tenia un perfecto léxico y una mente asombrosa, hablamos de todo, libros, de él y de mi... -Jesús, ese es mi nombre-, recuerdo que nunca había visto un cielo tan estrellado como el de esa hermosa noche, a las 12:00am ya todos estaban por partir a las manos de morfeo pero yo, yo aun no quería partir, y por lo visto el enigma que tenía enfrente tampoco, y nació la hermosa idea de ir hasta la entrada del estacionamiento a ver las estrellas, y así fue, el cielo lleno de hermosas constelaciones, y nosotros allí parados frente al otro sin poder distinguir ni el mas mínimo rastro de físico ya que ni los teléfonos tenía la suficiente batería como para encenderlos, hablamos de tantas cosas, creo que era la primera vez que le contaba tanto a alguien que en realidad ni la cara le había visto y al parecer a él también le pasaba lo mismo... Exactamente a las 5:00am decidimos despedirnos y cada uno se fue a su casa, con la promesa de que al las horas él iría hasta mi ventana para despertarme y llevarme hasta mi trabajo, en realidad creí que sería mentira, pero nos despedimos... por desgracia aún no había luz, tenía tiempo sin caer tan muerta en mi cama, a las dos horas se escuchaba mi ventana

-Despierta, ya es hora de irte,entre risas dijo- tengo mas de media hora tocando tu ventana- ahí estaba él, un hermoso caraqueño,con cara de prototipo que asombra a cualquier mujer, entre dormida dije que ya salía, corrí a alistarme y en breve estaba afuera, aquel ni me detallo y mi pensamiento fue fuerte y serio "soy un hombre para él  hablando criollo, pues  ni siquiera el roce de sus ojos paso por el borde de mi presencia,soy un macho mas"... y allí sin mas que decir o pensar, comenzó mi día..

Historia de una VenezolanaWhere stories live. Discover now