Time

Prologo

Sentía el sudor en mi espalda y debajo de mis muslos, el calor del verano era insoportable y siempre me hacía despertar en medio de la noche. Me levante cuidadosamente, absteniéndome de hacer ruido, para no despertar a mis hermanos ni a mis padres. Y fui al baño para refrescarme un poco y poder dormir en paz. Pero cuando me empezaba a quitar la musculosa negra escuche el sonido de la puerta, tal vez era Velkan que tampoco podía dormir. Me dispuse a ir a abrirla cuando sentí un fuerte golpe en la nuca que me dejo en el suelo, me arrastre por el suelo para esconderme en la bañera, detrás de la cortina.

La puerta se rompió y entro algo que parecía un gigante deforme, era un tipo de ser demoniaco, La dirección de la cara del demonio me decía que me miraba fijamente, pero era completamente ciego, sus ojos estaban todos lastimados por garras, tome un jabón que estaba en la bañera y lo lance por la puerta. Estaba por levantarme y correr a avisar, pero un pequeño insecto me mordió el tobillo, sentí un dolor agudo que me recorrió todo el cuerpo en cuestión de milisegundos, intente arrastrarme lo más que pude, hasta que, por razón del dolor, o tal vez por el veneno del insecto me desmaye.

Me desperté flotando de alguna manera en una habitación que era prácticamente del tamaño de mi casa entera, las paredes eran de obsidiana tallada con temática de demonios y ángeles en una batalla, detrás de mi había una puerta negra gigante, era completamente imponente y también estaba tallada con temas bélicos.

Pero en la habitación solamente había una persona, un hombre mayor de aspecto fornido, pelo negro y barba recortada. Llevaba un saco de cuero y fácilmente unos 10 cuchillos en el cinturón, cuando bajé la mirada y vi sus ojos me sentí helado y tenso, sus ojos eran de color celeste pero no como el color del mar, sino del color del hielo contrastado con el cielo, además de que no tenía pupilas. Al mirarlo se podía sentir como si algo me traspasara, como si pudiera leer mi cuerpo y mi mente.

Al notar que no podía moverme quise alzar la vos para preguntarle ¿Que pasaba? ¿Quién era el?, ¿Dónde estaba?, ¿Qué era él? pero el hombre se veía muy serio estudiando un mapa enorme con figurillas en él. De repente el hombre miro en dirección a donde yo estaba y con una voz que resonó en todo el lugar dijo bruscamente

─Materialízate, no me hagas perder el tiempo. – En ese momento se me hizo un nudo en la garganta, una voz me decía en mi interior que no tendría que estar ahí

Un monstruo se materializo en la pared, justo detrás de mí, el ser era fácilmente de unos 3 metros, con alas en la espalda y grandes cuernos, a este si lo reconocía, era una Garfia, supuestamente esas criaturas trabajaban de informantes y generales para los demonios mayores en la era del apocalipsis, en la época antigua cuando se formó el mundo.

- ¿Cómo es que siempre sabe dónde estoy, mi señor? - pregunto la Garfia

En ese momento por fin me di cuenta, era una situación demasiado absurda, rara, imposible. Era todo un sueño, una explosión en mi casa, un demonio ciego entra en mi baño, me pica un extraño insecto y de la nada aparezco flotando en medio de una enorme y negra sala donde una Garfia, un demonio del apocalipsis está tratando de amo y señor a un mortal que tiene los ojos como hielo. Mis padres eran fanáticos de la demonología y demás cosas, pero esto superaba lo extraño.

- Porque soy tu puto amo - respondió el hombre enojado, pero con una sonrisa de superioridad en los labios - habla rápido subnormal que debo hacer otras cosas

La Garfia se quedó pensativa

- En fin - Se resigno - ya llegaron a la casa de Lucian, mi señor

- Es un avance - el hombre, por su tono, paso de estar enojado a satisfecho, aunque tenía la misma expresión en su cara

El ser se alejo unos pasos, como si estuviera preocupado

- Señor, hay un problema... no encontraron lo que buscaban - hizo una mueca de dolor como si le estuviera por pasar algo malo

El hombre se dio la vuelta y empezó a jugar con uno de sus cuchillos

- maldito Lucian - mascullo el "señor" para si - ordena que me lo traigan a Lucian y a su esposa

El demonio pareció tranquilizarse, al ver que aparentemente no lo matarían. Y yo seguía esperando que el demonio se abalanzara y descuartizara al hombre, hubiera sido lo lógico.

- No, espera un segundo - El demonio se dio vuelta para escuchar las últimas palabras del mortal -yo mismo daré la orden.

Sin esperar respuesta lanzo el cuchillo directo a la cabeza del demonio y justo cuando estaba por impactar, me desperté tirado en el baño con la luz del sol dándome en la cara.