Teniente del 10° escuadrón (Cedida)

Quinta parte

Capítulo realmente cortito.

Ambos se despertaron casi a la misma vez, pero cada uno se duchó en su habitación, para luego Ichigo hacer el desayuno y comerlo entre risas y mimos, luego saliendo en dirección al escuadrón.

Por el camino, el capitán tuvo que volver a colocar la insignia en el brazo del teniente.

Llegaron y se dirigieron al despacho donde la pila de papeles los esperaba.

-Esto va a ser muy largo -suspiró el pelinaranja cogiendo un montón de los papeles y sentándose en el sofá, viendo como el albino se sentaba en su escritorio.

-Eso parece, pero no podemos hacer más -se fastidió también el menor, odiando a sus súbditos por haberse cogido la vacaciones de golpe.

Todo el día fue rellenando los informes, que tenían grandes discrepancias y errores, haciendo que fuera incluso más pesado el tener que revisarlos.

—¡Aaah! Me duele la cabeza ¿podemos descansar? —suplicó con la mano en su frente Kurosaki después de tres horas completas corrigiendo los malditos informes.

—No estaría mal, me escuecen los ojos —aceptó sin objeciones la oferta para seguido ponerse en pie y salir por la puerta, seguido del de pelo naranja para dirigirse ambos a la cocina del escuadrón, donde se dispusieron a tomar algo rápido para volver lo antes posible al trabajo.

Estaban comiendo justo cuando una mariposa del infierno entró, extrañando a ampos. Kurosaki dejó que se posara en su de dedo y escuchó durante unos segundos para luego ver a la mariposa marcharse.

--Hinamori pide que te presentes en el cuartel de 5º escuadrón ahora, no ha dado detalles --informó extrañado ante el llamado de la teniente.

—De acuerdo, iré ahora, cuando termines puedes seguir descansando, intentaré no tardar para seguir lo más rápido posible con el papeleo —suspiró con cansancio ante lo que aún les quedaba por delante.

—De acuerdo —se despidió y le dio un beso, sonrojando enormemente al peliblancon, que se apresuró a salir del escuadrón y a ir al de su amiga.

Llegó y tocó antes de entrar, recibiendo el pase, entrando y encontrándose a una muy alterada Hinamori, que lo arrastró hacia dentro y cerró la puerta.

—Cuentame todo lo que pasó anoche —exigió, mirando directamente los verdes ojos del capitán.

—Pues...salí de mi habitación después de cambiarme y me encontré a Ichigo sentado mirando el jardín, por lo que me senté a un lado de él, después le conté todo lo que sentía, pero no le dije que era por él, por lo que pensó que era una chica, le dije que no, que era un chico, entonces se cabreó y comenzó a exigirme que se lo digera, hasta que no me lo pude callar y exploté gritándole que era él —comenzó su narración bajo la atenta mirada de la chica.

—¿Y... ? —incitó a que continuara con su relato.

—Me derrumbé, pensaba que me iba a rechazar, pero en cambio, me abrazó y dijo que él sentía lo mismo que yo y, no me pude contener, me lancé y, lo besé —admitió con un gran sonrojo en sus mejillas.

—¿¡Lo besaste!? —gritó con felicidad. —¡Sí¡ ¡Al fin te has lanzado! Bueno, los dos. Y que ¿ya sois pareja? —preguntó sin pudor alguno, avergonzando a Hitsugaya.

—¡Hinamori! —regañó. —No, no hemos formalizado nada —respondió al final en un susurro.

—¿Y cuándo piensas pedírselo? —reprochó indignada.

—Ni si quiera sé si se lo voy a pedir, se lo comentaré y ya veremos como avanzan las cosas —se dirigió a la puerta. —Tengo que irme, tenemos mucho papeleo y no quiero dejar a Ichigo solo —informó, agarrando la manija de la puerta.

—Que no se te olvide lo que te dije —recordó, haciendo que un escalofrío recorriera la espalda del albino.

Se dirigió a prisa a su escuadrón, entrando a su despacho y encontrando a Kurosaki haciendo el papeleo.

—Ichigo, dije que podías descansar hasta que llegara —recordó mientras se sentaba en su escritorio.

—Comenzaba a aburrirme y lo estaba haciendo más por entretenimiento que por otra cosa —admitió con tranquilidad, elevando la mirada para ver con una sonrisa tranquila a Toshiro, el cual se sonrojó.

—Pues comencemos a ponernos serios, hay que tener acabado lo mayor posible para mañana que tenemos el entrenamiento con Kuchiki y Abarai —se centró en los papeles y no se fijó en la tierna mirada que el pelinaranja le dirijió.

Se centraron en su trabajo y en hacer lo mayor posible en ese día, ya que al siguiente tendrían que ir con Byakuya y Renji para el entrenamiento especial y no sabían cuanto se demorarían, sumándole que seguramente después querrían descansar, por lo que el resto de la tarde fue con el maldito papeleo y algunas indirectas por parte de Ichigo cuando se acercaba al capitán para que revisara los errores que encontraba en los informes que él tenía.

En la noche, fueron a la casa que compartían temporalmente y se prepararon para dormir, aunque otra vez Kurosaki durmió con Toshiro en su habitación, a lo que este no podía estar más feliz, después de confesarse y ser correspondido, ahora durmiendo todos los días juntos, sintiendo la calidez que el cuerpo del pelinaranja emanaba.