N°3. Los vientos

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Un paseo en la playa, un día de pesca, un bello atardecer, momentos aquellos en los que al circular esa ventisca suave, se pacifican nuestros corazones y se colman de tranquilidad. Los vientos no circulan constantemente, pero cuando lo hacen, llevan con sigo los dolores y las angustias, penetran nuestra alma, logran limpiarla, dejando así espacio para los pensamientos y la inspiración.

Cuando uno desea relajarse, va a la playa, a la pesca, o sube al techo u azotea, si los vientos pasan por allí, calman sus penas, al ver el cielo, se experimenta un trance tán único, que nos transporta a la paz, nos hace subir al cielo como si estuvieramos cayendo, observar el vuelo de las aves e implementar la empatía, pensando en qué será de ellas, nos hace volar como ellas, así se siente en vida propia también, los pensamientos y sentimietos de los cantos de las aves, que son transportados de un lado para otro por los vientos, y por más que no las escuchemos a causa de su lejanía, llegan a nosotros.

Cuando una persona está en medio de un lugar aislado, y las ventiscas despiertan, aquella se relaja por completo, mas si los vientos no circulan, bajaran al corazón pensamientos ásperos, el mal humor, el aburrimiento.

Los vientos están hechos con 3 ingredientes principales: oxígeno, que purifica el interior; sentimientos, los vientos transportan sentimientos y emociones, es más, se componen de ellos en gran parte y el canto de los pajaros; los pajarillos al cantar, comunican pensamientos de distintas partes y también en parte sentimientos, pues muchas veces ellos, al cantar, logran alegrar y cambiar el sentido de ánimo de las personas con la mente correcta y bien puesta en su lugar.

Los vientos suelen ayudar a las nubes, moviendo de aquí para allá sus gotas de agua, transportándolas hacia aquellos que las necesitan, para lograr expresarse. Cuando llueve y hay un viento fuerte, el buen escritor, sale a ver las lluvias, y encuentra relajante todo lo que ve y siente, al rato empiezan a llegar pensamientos e ideas, los vientos han despejado su mente y le han dado espacio para nuevas ideas.

Mientras más furiosos y negativos sean los sentimientos de las personas, con más fuerza y agresividad arrasarán los vientos. Cuando la tranquilidad se apodera de nuestro cuerpo, ellos aprovechan nuestra debilidad y tranquilidad para purificarse, entrando y saliendo después a la fuerza con un bostezo, que a la vez, purifica nuestra mente y corazón.

Los vientos son indispensables para la vida, para la cultura, para la imaginación, transportan sentimientos ajenos y sentimientos sin dueño, estimulando nuestras vidas, calmando nuestras emociones, abriendo nuestra mente y esparciendo el estímulo, que producen nuestras alegrías, emitidas por una gran variedad de corazones.

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