Final Alternativo

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Han pasado 6 años desde aquel encuentro, Bryan se marchó muy triste de mi casa, me sentí mal por él por algunos días, bueno, meses. Pero Andony me hizo superarlo, me hizo olvidar todo lo que Bryan logró hacerme sentir.

Ahora estoy en el altar esperando a mi novio para casarme con él.

Dirijo mi vista hacia Jos y Alonso, me miran orgullosos, me apoyaron en cada decisión que tomé, ellos, Alan, e Iván son mis ¿Caballeros de compañía? En fin, Karen y Yaya me ayudaron a elegir el traje, a arreglarme y tranquilizarme. Están sentadas en primera fila junto con mis papás y mis suegros. Toda mi familia está aquí está aquí al igual que la de Andony.

Se abren las puertas, entra mi novio de la mano de su padre. Llega al altar. Está hermoso. El sacerdote empieza a hablar, se me hace eterna la misa.

Sacerdote (S): Alfredo Leyva ¿Acepta usted al joven Andony Batiz?
F: Sí, acepto.
S: Andony Batiz ¿Acepta usted al joven Alfredo Leyva?
An: Sí, acepto
S: Si alguien tiene algún impedimento para unir a estas dos almas en sagrado matrimonio que hable ahora o calle para siempre.

Por un momento, tuve el pequeñísimo deseo de que Bryan entrará por la puerta sudado y despeinado porque llegó corriendo a detener el matrimonio y gritara "Yo me opongo", y cuando menos lo esperaba, aquello que en mi cabeza era sólo una fantasía, se había vuelto realidad.

B: ¡Yo me opongo!

Bryan había legado sudado y despeinado, usando ropa deportiva y un par de tenis blancos sucios de lodo. Claramente había llegado corriendo a detener esta boda, algo que, en el fondo de mi corazón, anhelaba.

Es que la verdad era que nunca logré superar a ese hermoso chico, por más que amé a Andoni, nunca sentí lo mismo que sentía con Bryan, esa química no la podía tener con otra persona que no fuera él.

An: Freddy, mi amor, ¿qué está pasando?

En este punto yo tenía una sonrisa en la cara inconscientemente. Sabía que si en este momento dejaba plantado a Andony en el altar sería algo muy malo de mi parte, pues él estuvo a mi lado los últimos seis años de mi vida.

Toda la Iglesia se comenzó a llenar de murmullos, la gente comenzó a hablar. Bryan sólo me miraba esperanzado, quería que volviera con él, yo también lo quería, pero sería muy grosero hacerlo.

S: Señores, tranquilícense por favor- El sacerdote tuvo que tranquilizar a los invitados, que se preguntaban si habría una boda- ¿Podemos continuar, señor Leyva?

Miré a Bryan una última vez, tenía que sacarlo de una vez de mi vida.

F: Sí, padre

S: Muy bien, entonces. Alfredo Leyva, ¿aceptas a este hombre, Andony Batiz, para amarlo y respetarlo, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte los separe?

F: Sí, acepto

Bryan estaba a medio pasillo, el brillo se borró de sus ojos, se dio la vuelta, y caminó para salir de la Iglesia.

S: Andony Batiz, ¿aceptas a este hombre, Alfredo Leyva, para amarlo y respetarlo, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte los separe?

Andony se quedó pensando un momento, me miró a los ojos, no tenía idea de lo que estaba pasando.

An: No, no acepto

F: Pero, Adony, ¿porqué...?

An: No puedo pasar el resto de mi vida casado con alguien que no me ama. Así que ahora ve tras el hombre de tu vida, y no regreses a este altar si no es con él.

Lo miré sorprendido, más bien, todos los invitados, incluso el sacerdote, lo miraron sorprendidos.

An: Cuando Bryan entró a interrumpir nuestra boda, tenías una sonrisa que nunca había visto en ti. Quiero que sepas que te amo, pero tú amas a ese hombre y él te ama a ti, y me sentiría fatal de saber que por mí culpa no esté reunida una hermosa pareja.

Estaba al borde de las lágrimas, no podía creer lo que estaba escuchando.

F: Muchas gracias, en serio.

Salí corriendo en busca del amor de mi vida, no me iba a perderlo otra vez.

F: ¡Bryan! ¡Bryan! ¿Dónde se metió?

Fue ahí cuando lo vi, sentado en una banca del parque, llorando. Mi corazón se rompió en ese momento, no soportaba verlo así por mi culpa.

F: ¡Bryan!

B: ¿Freddy? ¿Qué haces aquí? ¿No te estabas casando?

F: Te amo Bryan

B: ¿Qué?

F: Que te amo, y no podía casarme con alguien a quien no amo. Perdóname, por favor, por todas las tonterías que he hecho, sé que no te merezco pero...

Y me calló con un beso, que obviamente no rechacé. Estaba seguro, Bryan Villareal Mouque era el hombre de mi vida.  

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Hola queridísimos lectores!

Se que les prometí una segunda parte, pero ya no encontraba comom hacer que esto siguiera, y no quería sobre-explotar mi mejor obra. 

Además, mis intereses cambiaron, ahora escribo y leo otras cosas (No es spam ni nada, pero pueden ir a visitar mi otro perfil pequenalectora y leer mis historias), pero sentí que les debía esto, un final de Breddy juntos. 

Espero que es haya gustado mucho, en serio. Porque gracias a esta obra, me arriesgué a seguir esribiendo, y ahora voy a ver como resulta esto de ser escritora. 

Los amo mucho. 

Comportate Freddy (Breddy Meyva)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora