Capitulo V

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Mateo comienza a intentar tocarme más y no se si dejarlo ,lo disfruto y se que él también lo hace,somos jóvenes,nos gustamos ¿por qué no?

—vamos a otro lado.
—Vamos—pero no estoy tan segura.

Salimos del sótano y me pregunta si alguna vez había estado en un hostal y le digo que si,obvio que he ido a uno,pero no con chicos.Comienza a manejar como de camino al norte y para en un pequeño hospedaje llamado "los pinos"
¿los jóvenes vienen a lugares así a tener sexo?
Me siento avergonzada cuando veo que la recepcionista tiene la edad como de mi abuela y por un momento pienso en que si está bien lo que voy a hacer,pero ¿el sexo es malo? No,claro que no,el sexo es natural y si los adultos mayores lo catalogan como algo "malo" es porque no son de mente abierta y probablemente sean machistas—pienso intentando convencerme a mi misma.

—hey sube—me dice Mateo despejando mi mente.

Lo sigo por las escaleras mientras el busca un cuarto de número 445.

—las damas primero.

Sonrió para que no se noten mis nervios e ingreso al cuarto y ¡no!,nunca estuve en un hostal así antes.Mateo se acerca a mi y comienza a besarme y yo me dejo llevar,me carga y me tumba sobre la cama,me quita la camiseta y el pantalón casi al mismo tiempo,se siente bien pero no tan bien como yo esperaba.

—estás rica—me dice gimiendo.

¿Estás rica? ,Que soy ¿un sándwich?,ignoro el comentario e intento relajarme aunque se me hace imposible.Siento el cuerpo musculoso desnudo de Mateo sobre mi ¿En que momento se quitó todo?.No esperaba rosas o velas pero este encuentro sexual no es nada romántico...ni siquiera es sexy.

—Ahí voy—casi no se escucha,parece estar ansioso.

Tener su pene dentro de mi es extraño,y no es nada rico,me duele,y siento una fricción que me quema entre las piernas,quiero decirle que pare pero no encuentro las palabras.

—pa...para—casi no me escucho

Mateo sigue y comienzo a entrar en pánico.Cada vez que él parece disfrutarlo,a mi me duele aun mas,

—por favor,para—digo

—¿que pare?.

—¡si qué pares! Hace rato te lo estoy pidiendo.

—No creas que puedes hacerme venir hasta aquí y calentarme para luego pedirme ¡que pare antes de que termine!—dice con un tono de voz bastante amenazante.

—pero yo no quiero,ya no quiero—siento que mis ojos se llenan de lágrimas y una cae.

—no te comportes como una niña—me dice acercándose a mi.

Le pedí que pare,pero no paro.Aprovechando su tamaño y su fuerza me voltea y comienza a violarme tan fuerte que me duele diez veces más de lo que me dolía hace unos minutos.Quiero que me dejé pero parece ser tan enfermo que cada lágrima mía lo motiva más...

—Ya no llores,si tú también lo disfrutaste—escupe.

Trato de no mirarlo y me visto en silencio porque lo último que quiero es que se ponga violento y me haga algo peor.

—¿estabas con tu periodo?—me dice mientras se limpia un poco de sangre de la entre pierna.

—no...—respondo débilmente.

—¿y esto?.

—no se,¿ya me puedo ir?

No quiero decirle que era virger.Queria una aventura de sexo casual como todas mis amigas,quería experimentar.Muchas personas dicen que la virginidad es importante pero para mi nunca fue así,la única razón por la cual yo era virgen,era porque no había conocido a un chico que me pareciera tan atractivo como para probar con el.Una vez Camile me dijo que jamás,JAMAS, le diga un hombre que con él fue la primera vez,porque a ellos les da un tipo de fetiche y obsesión,así que hoy tomé su consejo.

—oyeeee,¿te llevo a tu casa?—me dice el cerdo ese.

—NO.

—bueno yo ya me voy,cuídate y gracias por la hermosa noche.

Sabía que habían hombres perros y malditos pero este además de eso,era asqueroso.No quiero llamar a nadie para que me recoja,porque me siento tan sucia y tan rota,nadie me puede ver así.Bajo a la recepción y pido que me presten el fijo o que ellos me llamen un taxi.

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