T r e s

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Luego de haber aceptado fingir ser gay esta mañana, esperaría el momento adecuado para interceptar a Juno y comenzar con el plan.

Ese momento llegó al final de la jornada de clases, cuando luego de haber terminado con química, la seguí mientras se dirigía sin compañía a la azotea de uno de los edificios del campus.

Crucé la puerta que daba a aquel lugar unos minutos después de que ella lo hizo, y de inmediato me senté en el suelo, apoyándome en la puerta para observarla a distancia. Estaba hablando por celular, y reía estruendosamente mientras caminaba de un lado a otros sin siquiera prestarle atención a su entorno.

No había nadie más que nosotros dos. Perfecto.

Juno no colgó la llamada hasta varios minutos más tarde, cosa que me dió tiempo suficiente para pensar en un plan.

Y como ya lo dije antes, soy alguien demasiado analítico e inteligente, por supuesto el plan perfecto no tardó en llegar a mi cabeza.

¿Qué es lo que más les gusta a las chicas? Las historias de amor y también aquellas donde se sufre por amor. Así que le daré una historia, una muy triste para que se interese en mí.

Cuando observé por el rabillo del ojo que se dirigía hacia la puerta, es decir, donde estaba yo sentado, me centré en mi papel de gay sufrido e inmediatamente junté mis rodillas, las abracé y escondí mi rostro entre ellas.

Sus pasos cesaron a mi lado.

Oí su carraspeo, pero no levante la vista.

- Eh... ¿Disculpa?

Fingí sollozar, y levanté la vista con las lágrimas falsas, que previamente había logrado formar, inundando mis ojos.

Juno me miraba con una expresión indescifrable, si no fuera por ese puto flequillo que cubría la mitad de su rostro, quizás podría saberlo.

- ¿S-sí? – respondí con voz quebrada, haciendo tiritar mis labios.

No es por presumir, pero soy un muy buen actor.

- Estás...

- No lo digas – la interrumpí sollozando mientras llevaba una mano a mis ojos– sí, estoy llorando. Es lo único que puedo hacer, después de que me han roto el corazón.

En serio, en serio, debería ganar un Oscar.

- Sí, bueno...

- ¿Por qué el amor es tan cruel? No importa que tanto uno se entregue, nunca te valoran – continúe con tono melancólico.

- Ya, mira...

- Oh, lo siento – la miré nuevamente fingiendo una sonrisa – no tienes por qué escuchar mi triste historia.

- Sí, la verdad no me interesa – soltó seca. Yo callé, algo sorprendido – mira, estás en la pasada, ¿sabes? – señaló la puerta – estorbas mi camino ¿puedes moverte, por favor?

-...Cla-claro...- ¡¿PERO QUÉ CLASE DE MALDITA INSENSIBLE ES ESTA PENDEJA?!

Me levanté del piso y me hice a un lado. No pensé que Juno sería tan fría, pero no me rendiría fácil. Aún no ha nacido la chica que rechace a Kim Taehyung. No importa si soy gay o lo que sea. NINGUNA chica me rechaza.

- Gracias – susurró para terminar de abrir la puerta.

De acuerdo, es hora de activar mi modo Drama Queen.

- Sí...lo siento por ser un estorbo... - dije antes de que ella se marchara – después de todo mi exnovio tenía razón...sólo soy un estorbo.

Ella paró en seco y se volteó a mirarme. Ya la tienes, Taehyung.

LOCA POR LOS GAYS | TAEHYUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora