LOCA POR LOS GAYS | TAEHYUNG

T r e c e

- ¿Y a ti que rayos te paso? – preguntó la rubia mirándome con una ceja enarcada mientras yo sostenía una toalla con hielos sobre mi nariz.

- Sí...esto – Jungkook, quien estaba sentado a mi lado en el sofá, me dio un codazo imperceptible para el ojo humano – me caí.

- ¿Cómo?

- En la cocina...contra la esquina de la mesa.

- Hyung es muy torpe – soltó el hijo de pu...Jungkook.

- Menos mal estabas tú para ayudarme – dije con sarcasmo sonriéndole fingidamente, dejando ver mi nariz sangrante. 

- No me lo agradezcas.

- Te romperé los dientes – mascullé disimuladamente para que Juno no escuchara.

- Te lo merecías – contestó de la misma forma.

- Tae... - me volteé para mirar a Juno y sorpresivamente me encontré con que estaba acuclillada frente a mí, peligrosamente cerca de mi rostro – se ve inflamado... - susurró. Su aliento a menta llegó a mis narices. Bueno, al menos no perdí el sentido del olfato con ese golpe de muerte.

- Estoy bien.

- Vamos a mi cuarto - Uy, sí - Te curaré -Uy, no.

- Lo que Tae necesita es que lo "vacunen", hermanita, y tú no tienes aguja para hacer eso – soltó risueño.

¿Este imbécil acababa de llamarme pasivo?

- Jungkook...- dijo Juno con tono de advertencia. Tomó mi mano y me obligó a pararme para irnos de ahí– no le hagas caso ¿Bueno?

- Sí, no me hagas caso, panterita rosa – continuó.

Me solté de Juno y me giré hacia él completamente enfadado.

- Para tu información, soy activo, cara de conejo – no sé por qué dije eso, pero lo hice. 

- ¿Activo siendo el pasivo de todos?

- ¿Celoso porque se fijan más en mi que en ti? Pues debe ser por esa horrenda cicatriz que tienes en tu cara.

- ¡YAH!

- ¡YAH!

- ¡YA BASTA! ¿Qué les sucede? ¡No peleen!

- Lo siento – dijimos al unísono.

- Pues deberían – susurró.

Sin decir nada, Juno me arrastró de ahí, mientras que con Jungkook nos hicimos muecas burlonas hasta el último momento.

¿Por qué me peleo con toda la gente que le importa a Juno?

Estás restando puntos Taehyung...lo estás.

Luego de aplicarme una crema y ponerme un parche, Juno se dedicó a enseñarme toda la materia de biología. Los microorganismos patógenos jamás me habían parecido tan interesantes hasta ahora.

Sin darnos cuenta, la hora de almorzar se nos había pasado. Después de 4 horas de estudio sin descanso, salimos por fin del cuarto hacia la cocina. Noté que, aparte de nuestras propias respiraciones, no se escuchaba a nadie más en el departamento.

- No hay nadie – soltó abriendo el refrigerador – y no dejaron comida – suspiró.

- ¿Pedimos pizza?

- Mmm...nah~ - corrió hasta mí y tomó mi brazo – me aburrí de estudiar ¿Qué tal si vamos a pasear?

- Sí.

Cuando se trata de Juno, jamás pienso las cosas dos veces. Siempre es un "Sí" inmediato para ella. De alguna forma, ya estoy listo para seguirla, aun cuando ella no ha marcado un destino. Siempre persigo a Juno...siempre pienso en Juno.