México y España I

3.8K 225 78
                                    

Banda ya enserio dejen de proyectarse en este pinche perro fanfic todo meco que solo hice por el puto estrés escolar que tenía

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Banda ya enserio dejen de proyectarse en este pinche perro fanfic todo meco que solo hice por el puto estrés escolar que tenía. Ni disfrutar a uno su hobby pedorro dejan alv.
NO TE GUSTA, NO LO LEAS.

ES UN FIC PENDEJO, TOMALO COMO TAL PINCHE MADRE.

México de vez en cuando rezaba a sus antiguos dioses, esperando poder darle una patada en el culo a España.

— ¿Qué tanto le miras, bastardo? —rezongó Romano.

México miró fijamente a España por un largo tiempo, logrando incomodarlo y que Romano se pusiera a la defensiva con él.

— ¿Te sucede algo, México?

El moreno se echó para atrás en su silla, con las manos encima de la cabeza, perdiendo el interés.

—Estaba pensando...—hizo una pausa, como volviendo al pasado. — ¿en qué chingados tuve en la cabeza para enamorarme de ti? —contestó con una simpleza arrolladora.

— ¿EHHH?

—Ahora que lo pienso, nuestra relación era muy tóxica. —prosiguió, inclinándose de nuevo a ellos, con una divertida sonrisa en el rostro. Romano parecía estar celoso y España balbuceaba incoherencias para no cagarla con el sureño. —Sacrifique a mis dioses por seguir tus creencias, te di todo lo que tenía, tomaste mis tierras y fui golpeado brutalmente.

—E-Eso ha quedado en el pasado.—sonrió, nervioso. ¿A qué venía semejante reproche, ¡y declaración! Frente a Romano? —somos amigos ahora, ¿no?

—Seguro. —bufó con sorna, poniéndose de pie.

—México... ¡Ay! ¡A qué vino eso, me dolió! —reprochó España, sobándose la parte baja, mirándolo feo.

—Dile a ese mariquita que te las sobe, seguro le encanta. —contestó México, saliendo de la sala. Sin embargo, aún pudo escuchar la maldición de Romano, mejor dicho, todo el mundo pudo escucharla, hasta Inglaterra que debía encontrarse en su casa.

México sonrió, al menos hoy, Huitzilopochtli lo había escuchado.  

México y los países LEAN LA ADVERTENCIA ALVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora