¿Dónde está Amira?

Capitulo 2

Empapada y asustada Zoe atravesó el hall hasta las escaleras y las subió de dos en dos, cerró la puerta de su cuarto con su pie y fue hasta la ventana. No había nadie en la calle, el cristal estaba entre abierto y el agua mojaba el suelo de madera, Lo cerró completamente y puso el seguro. Estaba helada, se dirigió al baño de su cuarto robóticamente, abrió la ducha caliente, dejó la ropa empapada en el suelo y se metió bajo el agua.

No había reparado en que estaba temblando incontrolablemente, se tomó unos segundos para controlar su respiración y dio paso a todo tipo de pensamientos. ¿Qué significaba esa nota? ¿Quién la había dejado bajo su puerta? Eso podía significar que no estaba equivocada y que la podían haber estado siguiendo, o que la nota la habían dejado mientras ella no estaba en casa. No había muchas personas que supieran donde vivía exactamente, Vicky la visitaba de vez en cuando, pero Vicky estaba en su casa durmiendo. No se le venía una persona a la cabeza que pudiese ser responsable. ¿Y si todo esto tenia algo que ver con Amira?, se estremeció nuevamente al pensar que el asesino había enviado esa nota... ¿Pero qué...? La nota decía que no estaba muerta, ¿Quién?... ¿Amira?, ¿Entonces donde estaba? Y porque el asesino... o secuestrador de Amira le enviaría una nota a Zoe. La situación no tenia ni pies ni cabeza, el agua caliente recorría cada musculo adolorido, la joven se sentó en el suelo de la ducha abrazando sus rodillas.

Si Amira no estaba muerta la situación cambiaba completamente, ella había estado en su funeral apenas hace una hora, vio a su familia destrozada, toda la gente ahí... ¿Llorando sobre los restos de quién?, Si esa no era Amira quien era. Por mas que forzara su mente no encontraba respuestas, no sabia nada, no servía de nada jugar al detective... ¿La nota sería realmente para ella? Quizás se habrían equivocado de casa. Entonces pensó en sus vecinos, al lado izquierdo vivía una pareja de ancianos con su hijo, lo que Zoe sabía de ellos era que el señor y la señora Higgs se habían retirado del trabajo por su edad avanzada, su único hijo tendría unos 35 o 37 y no trabajaba. Eso Zoe lo sabía porque recordaba que una vez su madre le había ofrecido trabajo en el hotel, pero él se había negado, según él, no tenía necesidad de trabajar. Le pareció absurdo pensar que Los Higgs estarían envueltos en algo así, por mas desagradable que le parecía el hijo no parecía de ese tipo de gente, a penas si se lo veía fuera de su casa.

Al lado derecho vivía una pareja joven, los recordaba bien porque no hacía mucho que se habían mudado... Algo hizo click en la cabeza de la castaña, tal vez podían ser ellos, después de todo se habían mudado solo dos semanas antes de la desaparición de Amira. En ese momento trató de visualizarlos en su mente, él tendría unos 27 años mientras que ella parecía un poco mas joven. Zoe cayó en la cuenta que no sabía mucho de ellos, ella lo veía salir en su auto azul todas las mañanas un poco antes de su horario escolar, suponía que al trabajo. La mujer tenía el cabello por los hombros, era un poco rojizo, era alta de ojos grises. Dedujo que no trabajaba porque siempre la veía ocupándose del jardín delantero o volviendo de la tienda.

Mientras trataba de recordar algún acontecimiento extraño salió de la ducha, se puso ropa seca y se dirigió a la ventana... La casa de enfrente... Allí vivía la familia Stuscky, ella los conocía desde pequeña, siempre vivieron ahí, Zoe solía ser amiga de la hija mayor de la familia, tenia su misma edad y se llamaba Keyla. Con el tiempo llegaron a la secundaria y Keyla eligió otro tipo de amigos, desde ese entonces no hablaban. Keyla tenía otros cuatro hermanos, Luke y Patrick eran los gemelos de 5 años y luego estaban las otras tres niñas de las cuales Zoe no recordaba los nombres ni las edades. La señora Stuscky era una mujer rechoncha y amable, el señor Stuscky era un hombre bajo y con bigote que era mas bien serio.

La mirada de Zoe recayó en el cartel que había en el jardín delantero de los Stuscky.

"EN VENTA"