-Conejito es aquí, esta vez no te escaparás- se tiró sobre el pasto con la intención de aquel conejo plomo que huía de ella, pero no lo suficientemente.
Se redirigió y sacudió su vestido blanco con sus pequeñas manos. Su larga cabaña dorada se despeinaba cuando corría y parecía que los árboles se tornaban más verdes cada vez que ella pasaba por ahí, el bosque se alegraba con su presencia. Era como la pequeña princesa del bosque.
-¿Dónde estás? ... ven aquí, toma ... Sacú un pequeño manojo de alfalfa de tu bolsillo lo que se sacudió en el aire esperando que ese animal de esponjoso se asomara.
-Ven, no te haré daño ...
El conejo apareció por un lado y se acercó lentamente a la niña en su pequeña película rosa.
-Toma ...
El conejo mientras comía la alfalfa la hermosa niña de cabellos dorados lo agarró por las patas traseras y lo apoyó en ella dándole un cálido beso.
-Que lindo eres
Mi conejo tenía un escaparate, pero la niña tenía un prisionero entre sus brazos, el otro beso y este se calmó, se dio cuenta y se dio una vuelta en el camino del bosque.
-Bello conejito- y ella rió.
Yo quería que esta historia se super tierna, no sé si lo he logrado pero diganme en los comentarios que les pareció. : )
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La pequeña princesa del bosque
FantasyTan linda, tan risueña, hija de la madre naturaleza. :3