El BROTE DEL ADIS.

La Enemiga Norte Del Clan Adis

A son de guerra cuando los Adis atacaron nuestra aldea vociferaban su lema:
Adis hasta la muerte.
Vivo por Aldeanos es el nuestro.
Pero si vivir es nuestro lema, he destruido todo lo que me han enseñado, cogerme con el señor lapaix no creo que es un pretexto a mi curiosidad.
No, no quisiera pensar que fue solo por deseo el hecho de cogerme con el señor lapaix mientras mi padre y los demás no estan.
Lo que me tiene confundida es que no puedo dejar de pensar en lo bien que el señor lapaix me hace flipar, lo cierto es que yo solo quería infectarme y volver con mi madre.
Por otro lado yo nunca había cogido con otro hombre que no fuera mi padre, de el es la criatura que llevo en mi vientre, aún recuerdo cuando mi madre me aconsejó que no había nadie mejor que mi padre para tener un hijo de nosotras, tu padre siempre nos protegerá, eso fue lo que me dijo.
Sin embargo mi hermana Carla me dijo que mi padre no intento salvar a nuestra madre el día del ataque a la aldea porque mi madre ya era uno de ellos, la habían infectado los Adis.
Pero aunque ya era una de ellos y estaba infectada, mi hermana dijo que nuestra madre no cambio con ella y le miró con desesperación gritandole que corriera mientras un Adis la violaba.

Desde entonces a mi padre no le he vuelto a mirar cómo hombre, creo que aveces no lo veo ni como padre. Es que no lo entiendo mi padre escucho cuando mi madre le dijo a mi hermana que corriera, entonces mi madre podía seguir viviendo con nosotros infectada como Adis y aunque ya no fuera Aldeana y no se curara, podíamos yo y mi hermana mayor cuidar de ella hasta su muerte.

Son momentos difíciles y que no entiendo y en mi estado de preñez aunque no lo acepte necesito de mi padre y también la compañía de mi hermana Carla.
Hace no más de un rato que salieron mi hermana y mi padre con los demás a un viaje de inspección y en busca de provisiones, yo y el señor lapaix nos quedamos por recomendación de mi padre, el señor lapaix porque es muy anciano y yo porque mis pies estan muy hinchados.
Me pregunto cuando lleguen mañana si mi padre y la mujer del señor lapaix sospecharan que el señor lapaix y yo nos cogimos todo el día; cosa que en un principio no estaba previsto pero Lapaix y yo estamos en la regla.
Ahora comienza la noche y quiero disfrutar con el señor lapaix toda ella.
Y mañana cuando lleguen los demás sabré si el edificio que fueron a impeccionar nos servirá por un tiempo como hogar o por lo menos hasta que nazca mi criatura pero primero y antes que todo esto.

Esta noche me cogere con el señor Lapaix.

Al el le encanta coger conmigo porque tengo diesiseis años y el sesenta y siete, creo que le gusta conmigo no solo por la regla Aldeana de que para minimizar las posibilidades de infectarse los hombres mayores deben cojerse con mujeres jóvenes; creo que le gusta conmigo más que con su mujer, no me lo dijo. Pero cuando me cogía sí que me dijo que las embarazadas dabamos el mejor sexo porque damos placer y al mismo tiempo lactamos.
Y es así que hay entre el señor lapaix y yo un acuerdo: el me cuenta cosas sobre el Clan Adis y yo con el tengo sexo. él sabe mucho sobre los Adis pues el señor lapaix tiene abolengo, si es así sus padres fueron sobrebientes, ellos enfermaron pero sanaron y murieron de viejos. El su esposa y su hija vienen de una aldea que muy rara vez se pasa por alto la regla. Casi todas las mujeres jóvenes se unen a hombres viejos y así los hijos tendrán abolengo.

El señor lapaix sabe que solo faltan como unos treinta y tres soles para que tenga mi criatura y mientras nos cojemos exprime mis mamas y bebe la leche de mis pechos, y luego rie y me propone en broma que cuando nazca mi criatura le haga un té si el llegase a sacar toda la leche de mi mamas.

Querido Diario tu eres testigo que conversando con el señor lapaix he aprendido muchas cosas, de las que yo nunca jamás había escrito en tus hojas, conversando con el me siento plena y creo firmemente que lo nuestro trasciende el sexo.Mientras hablaba con el, sentí entre el y yo una simbiosis natural, porque me cuenta cosas que mi padre conmigo jamás hablo y para que no se cohibiera no me mostraba muy interesada solo fingía darle conversación.