Safe & Sound

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En alguna parte lejana de la galaxia.

-¡Hey, no olvides cortarles las cabezas Thor!-dijo Gamora mientras disparaba a unos extraños aliens que parecían dementores.

-¡Estoy en eso!-respondió Thor mientras lanzaba rayos a diestra y siniestra hacia los alienígenas mientras sonreía-¿Cómo vas, amor?-dirijió su mirada hacia Peter.

-Perfectamente-disparaba rayos láser con sus pistolas por doquier-Hace mucho que no me divertía tanto-miró a Thor y le dedicó una gran sonrisa.

Thor amaba verlo tan energético y sonriente, como si una luz dentro de su amado brillara más conforme éste se divertía. Podría pasarse todo el día admirándolo, pero este no era el momento. Tomó a dos de los aliens y los elevó con él al cielo mientras chispas salían de su cuerpo. Todo era tan divertido, hasta se sentía parte del equipo que su amado había formado.

Si tan sólo todo se hubiera quedado así.

-Están llegando más de estas cosas por todos lados, no sé si podremos con todos-habló Rocket por el intercomunicador que todo el equipo tenía.

-Oh, vamos, ¿crees que no podemos contra un par de aliens-Drax le hizo una cara de puchero en forma de burla a Rocket. Éste torció los ojos.

-No es eso, tonto. No son solo un par, al parecer cada vez que uno muere, deja semillas en la tierra que hace que salgan nuevos aliens. Ha este paso, el planeta entero se llenará de ellos.

-Coincido con Rocket, deberíamos irnos-dijo Peter.

Thor bajó como un destello luminoso del cielo a lado de Peter, lo tomó del hombro y dijo-Si, esto ya está empezando a aburrirme.

-Bien pues yo creo que...

Gamora no pudo terminar la frase, pues un alien saltó de repente en medio de todo el equipo y tomó a Peter de la cintura al mismo tiempo que corría hacia lo profundo del bosque. Todo en menos de una fracción de segundo.

-Yo iré tras él, ustedes suban a la nave-dijo Thor ya poniéndose en marcha.

-Lo que tu digas, príncipe azul-bromeó Rocket.

Y todos emprendieron su camino a la nave, mientras Thor rescataba Peter.

El alien era muy veloz y ahora que lo pensaba mejor, no se parecía a los demás aliens, como si este estuviera específicamente fabricado para secuestrar a su objetivo y huir con el.
Toda la persecución llevó a Thor a una casa abandonada a mitad del bosque y por lo que todas las historias le habían enseñado eso no era bueno, pero este no era momento para enfocarse en otras cosas, necesitaba salvar a su amado.

Corrió en dirección a la casa con su hacha en la mano listo para destrozar lo que sea que se cruzara en su camino y que bueno que lo hizo, pues tan solo al entrar al jardín habían una docena de alienígenas esperándolo.

-Vamos a ello-sonrió y sus ojos empezaron a iluminársele como rayos mientras golpeaba a todos con el stormbreaker.

Miró a la casa abandonada y notó la chaqueta roja tan representativa de Peter en el tercer piso, y supo que ahí estaba. Con un movimiento saltó en los aires dejando a los aliens a su alrededor aturdidos y en el suelo mientras él rompía la ventana del tercer piso donde había visto a Peter.

Entró a la casa abandonada y vio a un alien parecido a los demás solo que más grande y tenía una complexión algo femenina, parecía...¿su reina?

-Vaya, vaya, parece que volviste por tu amigo, ¿no es cierto?-dijo la alien.

-¡Thor!-gritó Quill mientras trataba de safarse-estoy bien, solo con un poco de contusión.

Thor se sorprendió mucho al oírla hablar, pero se concentró más en ver cómo ésta tenía a Quill entre sus brazos y una especie de cuchilla alienígena postrada sobre su cuello.

One Shots (Thorquill)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora