25. La tragedia

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No peleamos, no discutimos,  no huiste, nadie se interpuso, pero paso algo.

Llegamos al final.

No hubo llantos o gritos, al menos no de tu parte. Y eso era porque no podías.

No se si fue momentáneo, no se si sufriste, no se nada.

Todo en nuestra vida pintaba bien, te ame y tu me llegaste a amar pero el tiempo no fue justo y nos dio muy poco tiempo.

No recuerdo muy bien lo que sucedió después de que me entere. Fue como si todo se hubiera reducido a nada. No podía escuchar, no podía hablar. 

Tu habías muerto y sabías que lo harías.

En todo nuestro tiempo jamás mencionaste estar enferma, ni una vez.

Tantas tardes juntos,  tantos maratones de películas, días de juego, salidas, noches pegados al celular y jamás tuviste la mínima intención de que me enterara.

Padecías cardiopatía hipertensiva y  me lo escondite.

Su frías en silencio, guardaba tu dolor de mi.

Me partiste el corazón.

Dejaste que me ilusionara, que volara alto, que te cediera parte de mí.

Y todo se derrumbo el día de la tragedia. 

Lo que nos dimos se desvaneció.





Memorias de un chico enamorado © ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora