𝒕𝒐𝒈𝒆𝒕𝒉𝒆𝒓 ; freby

Capítulo dos.

—¿Por cuánto duraría este dolor de cabeza?—El dolor de cabeza, la jaqueca, no era agradable para nadie, comenzar a sentir pinchazos por todos los lados de tu cabeza, pensar que estos destruían cada parte de tu cerebro, imaginar que te sangran los ojos por el dolor, así de exagerado era describir las migrañas.

Freddy las sufría siempre, la fatiga de no comer del todo bien, pensar constantemente que en cualquier momento podía morir. El estrés, en general, que le genera estar en un lugar tan blanco y vacío como un hospital.

—Pasará en un momento, ya tienes los medicamentos, harán efecto. —La misma enfermera de ayer que ayudó a ambos en llegar a sus habitaciones, ahora lo que hacía era medirle la presión arterial a su paciente, con esa típica maquina que apretaba tu brazo, para sentir los pulsos.

Aún así, siempre tenía la misma duda de siempre.

—¿Crees que mejore?

La enfermera, lo miró, sonrió al escuchar cada rato las mismas preguntas de ese hombre—, por supuesto que se mejorarás, Freddy, eres mi paciente favorito, sé que te recuperarás exitosamente, solo se paciente.

Y sin más, la chica se retiró de la habitación con murallas mitad crema, también aprovechó de llevarle el desayuno a su paciente estrella. Era algo sencillo, dos botellas de agua y una de jugo de naranja, galletas y un trozo pequeño de pastel de limón. Era raro, siempre le llevaban los de manzana, pero le dio igual, no tenía hambre, el dolor de cabeza le impedía pensar en comida, solo abrió una de las dos botellas de agua.
Freddy miraba la ventana y al hermoso jardín, era un muy bonito día, veía precisamente ese invernadero de plantas donde conoció a la llamativa de pelos rojos.  Ese preciso jardín estaba lleno de árboles con flores, algunos niños con las mangueras de suero o vendas estaban jugando en él, el hospital también aprovechaba de enseñarles sobre distintos tipos de plantas, y ayudar a cuidarlas, veía como las regaban con pequeñas regaderitas de colores. Freddy viendo a los niños, le llegaron los recuerdos, cuando él era más pequeño e iba al parque con sus mejores amigos, amaba esos momentos en los que su amigo Bonnie llevaba su guitarra acústica al parque para tocar, claro, eran cualquier melodía mal hecha, apenas sabía en ese entonces tocar, y supuestamente todas iban dedicadas a su gran amor, su mejor amiga, Chica.

O cuando Chica llevaba las deliciosas galletas que su madre preparaba para ellos, Foxy con su skate haciendo sus increíbles trucos sólo para llamar la atención, siempre terminaba con las rodillas ensangrentadas. También su hermano, Golden, él los acompañaba a jugar, pero él no era de hablar mucho, pero cuando estaba feliz, le gustaba sacar las hermosas flores que los árboles tenían, y llevárselas a su madre.

Pero todo eso cambió cuando Freddy enfermó, estos ya no se visitaban como lo hacían cuando él había caído enfermo, lo seguían haciendo muy escasamente, de todas formas, cuando están juntos, lo llaman por videollamada, para saludarlo y hacer como si su amigo estuviese con ellos en carne y hueso. Han pasado cinco años desde que ocurrió todo. Aunque, Freddy sentía una sensación, de una buena noticia.

Muy buenas noticias él presentía llegar.