One Night (YulYen)

three.

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O N E N I G H T

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Metió la mano a su bolsillo del pantalón sacando las llaves de su casa, cerró la puerta con suavidad dejando las llaves en una pequeña mesita del pasillo, camino hacia el living donde descansaba una bonita vampira castaña.

–Hasta que decides llegar.

Se sento al lado de la vampira masajeando su cuello pensativa.

–Solo fueron algunos humanos nada más...– Respondió de mala gana y sin interés.

–Lo notó– Paso sus dedos limpiando el resto de sangre seca en la mejilla de la chica.– Hey, mírame– Agarro la quijada de Yena obligándola a que le diera atención.

Esta se safo con malas ganas.

–¿Que quieres Yiren?

–Nada más que atención de mi aengkeo...– Susurro seductoramente acariciando los rizos en la nuca de Yena.

Dispuesta a darle un beso, Yena se coloco de pie caminando hacia su habitación, Yiren tampoco hizo gran cosa para salir detrás de ella.

Revolvió su cabello frustrada con la voz de Yuri chocando sus oídos y recordando el dulce aroma de su sangre, cerró los ojos un momento concentrándose, y siendo capaz de lograr oler a Yuri desde su casa hasta la suya, queriendo ir por la humana volvió a abrir sus ojos negándose a las ideas locas que cruzaban por su mente.

Dejando sus zapatos y la chaqueta de lado, se acostó en su cama mirando el techo pensativa, pensando en Yuri, en la que tuvo una conversación durante ¿cinco, tres minutos? Que fue lo suficiente para dejarla enganchada en ella y su aroma. Jamás en su vida se había sentido así con una humana, que fue lo que Jo Yuri tenía para lograr llamarle la atención, ¿era su sonrisa? ¿aquella coqueta y inocente forma de hablar? ¿será su forma de pensar sobre ella y el mundo?

¿O será que durante toda su larga vida por fin encontró alguien que la comprendía y lograba hacerla olvidar de las cosas?

Y así fue que después de dos semanas sin ver a la humana, a mitad de la noche entró en desesperación, y sin poder contener más el adictivo olor, se levantó de su cama con una rapidez inhumana, sus ojos brillando de aquel color rojo, se colocó sus zapatos. Salto por la ventana y comenzó a correr hacia la casa de la humana.

Se detuvo cuando escuchó una risa provenir de adentro. Colocó sus pies de puntillas dándose impulso para volar hacia el techo de la casa, siguiendo su olfato comenzó a buscar a la humana, para terminar al lado de lo que era una ventana que supuso era la habitación de Yuri. Se asomó un poco viéndola acostada en su cama riendo, mientras hablaba por teléfono.

–Si, Yujin no lo abrase ni nada...– Yena al escuchar eso arrugo el entrecejo, agudizando mas su oído siendo capaz de escuchar lo que decía la persona desconocía al otro lado del teléfono.

–¿Entonces lo besaste?– Escucho como esta molestaba a Yuri de forma amistosa.

–Que no, sabes que Hyunjin no me gusta, lo deje en claro desde el día uno y lo seguiré haciendo hasta el último.

Yena sonrió con eso.

–Pero es chico Yuri, sabes que el no se cansará hasta que le correspondas o le hagas entender que entre tú y el no pasará nada.

–Eso creo que haré...– Alejo su celular de su oreja para mirar la hora.– Como sea, te recuerdo que nos toca ir a clases en cuatro horas más.