Capitulo 8

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La joven se sentó en la banca para ver el entrenamiento, por alguna razón le gustaba mucho verlo, ese día Jürgen la había llevado pues quería tenerla en observación por que no quería dejarla sola después del susto del ataque, le había pedido perdón de mil formas y ella las había aceptado todas.

Mohamed solo había ido a hacer un chequeo médico después de su lesión contra el NewCastle, decidió por alguna razón ir a ver el entrenamiento y saludar a sus compañeros.

Su mandíbula casi toca el suelo al ver que Allison estaba ahí, sentada en la banca, con el cabello atado en un moño y algunos cabellos sueltos, una chamarra gris rodeándole el cuerpo, una bufanda negra en su cuello y su rostro luciendo siempre natural.

—Buenos días Allison —Dijo Salah sentándose junto a ella, ella dio un pequeño salto al verlo, inmediatamente su cuerpo se llenó de una sensación extraña.

—Buenos días señor Salah—Contesto ella con amabilidad mirándolo apenas.

—¿Qué haces aquí?—Pregunto Salah frotando sus manos por el frío, el cielo estaba nublado y parecía que pronto lloveria.

—Vine a acompañar a Jürgen —Se encogió ella de hombros mirando el entrenamiento, más específicamente a Jürgen.

—¿No deberías estar trabajando?—Pregunto más para el que para ella, si, había investigado todo de ella, era un poco obsesivo pero no importaba.

—¿Disculpa?—Preguntó ella con el ceño fruncido mirando a Mohamed.

—Oh yo me refería a... bueno ya sabes...—Titubeo sin poder darle una respuesta.

—Si, debería estar trabajando pero me dieron unos días por que estoy algo "enferma"—Le explico ella sin mirarlo, mordió su labio pensativa, Mohamed no respondio nada, se veía totalmente hermosa así y se quedó como idiota mirándola.

—Eres tan hermosa—Murmuró él sin contener sus palabras, ella giro pues lo escucho, no pudo reprimir una sonrisa y que sus mejillas se tornarán color rojo.

—Señor Salah, por favor—Dijo ella sintiendo su mano cosquillas por tocar la del egipcio que se encontraba a su lado.

—¿Nervios de nuevo?, puedo enseñarte a controlarlos—Dijo de manera seductora poniendo su mano finalmente encima de la de ella.

—Ya basta, ¡No me voy a acostar contigo! —Le espeto ella molesta quitando su mano y cruzando los brazos. La cara del egipcio fue de asombro combinado con ¿vergüenza? no lo sabia. Allison se levanto segundos después al sentir la pequeña llovizna que se cernía sobre el estadio.

Cuando el Rey Egipcio Pierde || Mohamed SalahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora