Capítulo Extra

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Los cantos de la afición se oian por todo el estadio Anfield, faltaban quince minutos para el final del partido, Liverpool vs Chelsea el equipo de los rojos se imponía por un 3-0, hat-trick de Mo, quien estaba inspirado por su hija y novia en la grada, quien esperaba a su segunda hija, ahora casi con nueve meses y a punto de nacer.

Allison llevaba varios minutos sintiéndose un poco mal, tenia el ligero presentimiento de que su hija nacería ese día, pero era poco probable, Makka saltaba emocionada en su asiento, Natalia, la esposa de Becker estaba a su lado junto con sus dos niños, era una grandiosa mujer y muy amigable.

—Becker también está inspirado—Dijo Allison viendo una maravillosa atajada del portero. Natalia sonrió.

—No tanto como Mo—Dijo Natalia con una risita.—Por cierto, ¿Cuanto falta para que nazca la bebé?—Le pregunto Natalia, Allison hizo una mueca pues justo en ese momento sintió una pequeña contracción.

—No mucho—Dijo ella con un suspiro, luego empezó a respirar con poco más de dificultad.

—¿Estas bien?—Pregunto Natalia notando su respiración y que se aferraba un poco más al asiento.

—Si—Dijo Allison luego sintió otra contracción más fuerte que la anterior.

—¿Segura?—Cuestionó Natalia, Allison apretó los ojos.

—No—Dijo ella inhalando y exalamdo, Natalia inmediatamente la tomó de la mano. Sintió otra contracción y apretó fuertemente la mano de Natalia.

—Tranquila, inhala y exhala—Le aconsejo Natalia—Será mejor que vayamos a un hospital—Dijo Natalia, se levantó y ayudo a Allison a pponerse de pie, mientras ella quería llorar de dolor.

Caminaron lo más rápido que pudieron al estacionamiento, Allison sujetaba la mano de Makka, quien estaba algo asustada al no saber que le sucedía a Allison.

—Mami, ¿Qué pasa?—Pregunto la pequeña Makka, la había empezado a llamar así hacia un mes.

—Nada, mi amor—Dijo Allison calmada, Makka se agarro bien a Allison.

Natalia puso a sus hijos en el asiento de atrás junto a Makka, seguía inhalando y exhalando. Sintió una contracción y se aferro al asiento.

—El partido debe terminar en diez minutos o menos, llamare a Alisson y le diré que venga con Mo—Dijo Natalia algo apurada, conduciendo sin soltar la mano de Allison, quien tenía los ojos cerrados, inhalaba y exhalaba con serenidad, justo en ese momento sintió como un líquido se extendía por su entrepierna, bajo la cabeza y observo aquel líquido, se le había roto la fuente.

—Joder, se me ha roto la fuente, Natalia—Dijo ella sintiendo un fuerte dolor, apretó los dientes y siguió con sus respiraciones irregulares.

—Maldición, tranquila ya casi llegamos—Dijo ella preocupada, aceleró, Allison gimió de dolor.

—Lla-ma a Mo—Dijo ella con dificultad, apretó la mano de Natalia con fuerza sintiendo una contracción más fuerte que la otra. Natalia asintió y soltó su mano, tomó su móvil y marcó un número.

—Joder, contesta—Dijo Natalia un poco alterada, no le contestaron—Estos idiotas deben estar celebrando y no escuchan el maldito móvil—Espeto ella con dramatismo. Marco tres veces más, pero no obtuvo respuesta, ni de Mo, ni de Becker, ni siquiera de Firmino.

—Llama a Jürgen, el si-empre contes... maldición—Gimió de dolor aferrándose al asiento.

—No tengo su número—Dijo Natalia, Allison le lanzó su móvil para que llamara.

—La contraseña es 243312—Dijo Allison inhalando y exhalando, Natalia anoto y rápidamente busco el contacto del alemán.

—¿Hola?... No, soy Natalia la esposa de Alisson... Necesito que le diga urgentemente a Mo y Alisson que vamos para el hospital donde nació Mateo... Allison está a nada de dar a luz, dese prisa por favor... yo le digo, gracias. —Termino la llamada con Jürgen y volvió a tomar la mano de Allison quien estaba casi llorando.

—¿Que di-jo?—Pregunto entrecortada, Natalia sonrió levemente.

—Vendrá con Mo y Alisson lo más rápido que pueda, también me pidió que te dijera que te tranquilizaras y que todo iba a salir bien—Dijo Natalia, tal vez hubiera sonreído si no estuviera casi deshaciéndose de dolor.

Pasaron cinco eternos minutos para Allison, pero rápidos para Natalia quien condujo a la mayor velocidad que pudo sin soltar la mano de Allison, llegaron al mismo hospital donde Natalia había tenido a su hijo más pequeño, Mateo.

Allison bajo con mucha dificultad de la camioneta, tenia el pantalón y las piernas machadas de ese liquido, se detuvo en el espejo de la camioneta, mientras Natalia corría dentro para pedir que la ayudaran.

—Mami, ¿Estas bien?—Pregunto Makka bajando de la camioneta, la pequeña estaba aterrada.

—Si, bebé, solo que... tu her-manita ya quiere salir—Dijo para luego sentir un dolor horrible, aguanto los gemidos de dolor para no asustar a Makka.

Natalia llego junto a otras personas que ayudaron a Allison a subir a una silla de ruedas y que la llevaron adentro.

~***~

El hombre de cabellos rubios conducía a una gran velocidad, se podría decir incluso que jamás había conducido a esa velocidad en su vida, Mo y Alisson estaban apurados, preocupados y sudorosos, aún llevaban su uniforme, cuando el partido termino ellos estaban celerando y brincando en los vestuarios, Jürgen irrumpió y se llevó a ambos.

—Ya estamos cerca, tranquilo Mo—Dijo Alisson tratando de calmar al egipcio.

Mo no respondió, su respiración era agitada, Jürgen lo comprendía, Allison estaba a nada de dar a luz y Mo se lo perdería.

—¡Llegamos!—Exclamó Jürgen al ver el gran edificio blanco asomarse, Mo dio un suspiro de alivio.

Se estacionó dónde pudo y los tres saltaron del automóvil, casi corrieron a la recepción preguntando por Allison, Mo corrió más que los otros dos por las escaleras sin usar el asensor, Becker y Jürgen lo siguiero y esperaron afuera dónde Natalia los informo de todo lo que había pasado.

Las gotas de sudor caían por su frente, su respiración era irregular, su bebé nacería en cualquier momento, ella trataba de aguantar todo lo que podía, necesitaba a Mo, todo estaba listo.

—Hola preciosa, ya estoy aquí—Dijo la voz que tanto necesitaba, tomó su mano, llevaba puesta un bata y estaba agitado.

La doctora fue dándole indicaciones y Allison dio todo de si, Mo no se movió de su lado ni soltó su mano, la alentaba, fue una larga hora para ambos, suspiros de alivio inundaron la sala cuando el llanto de un bebé les lleno los oidos.

Mo fue el primero en tomarla en sus brazos, el cabello de la bebé era igual al de Allison, ese día y el día que nació Makka fueron los mejores de su vida.

Mo le entregó la bebé a Allison quien soltó lágrimas de felicidad, estaba feliz de por fin tenerla en sus brazos.

Cuando el Rey Egipcio Pierde || Mohamed SalahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora