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"Un tutor, solo eso"

Es increíble cómo a veces concentramos nuestra completa atención sobre alguien, solo porque esa persona nos hace sentir cosas. Ya saben las cosquillas en el estómago o cuando te sudan las manos.

También logra ser una gran sorpresa en la persona en la que concentramos nuestra atención, normalmente suele ser ese chico lindo o esa bella chica que viste en el colegio y no logras sacar de tu mente. Duele el rechazo, y mucho. Duele más el rechazo proveniente de esa persona que tiene tu completa atención.

En mi caso he sido rechazada por muchos chicos, en este preciso momento no me atrae absolutamente nadie y supongo que es mucho más fácil de esa forma.

—Señorita Rodríguez ¿Me podría repetir lo que acabo de decir?— Dijo el profesor.

Me sonrojé debido a que no estaba prestando atención a lo que decía, sentía la sangre subir hasta mis mejillas.

—Lo siento señor, no estaba prestando atención.

—Ven muchachos por eso es que salen mal en las pruebas.

Mi vergüenza se hizo mayor ¿Porqué demonios debe hacer eso? Digo, entiendo que no le esté prestando atención pero ¿enserio es necesario este nivel de humillación? No lo creo.

La campana se hizo presente en el salón de clases haciendo que todos recogieran sus materiales, justo cuando iba a salir el profesor decidió llamarme de nuevo.

—Señorita Rodríguez, será mejor que preste más atención en clase si no quiere volver a reprobar el próximo exámen— Dijo sacando lo que sería el último examen de historia que habiamos realizado la semana antepasada.

—¿Qué? ¿Lo reprobé? Esto debe ser un error, pasé semanas estudiando, esperé al menos un seis.

—Pues creo que debería comenzar a perfeccionar sus técnicas de estudio porque no le están rindiendo frutos. Espero un mejor resultado.

—Si señor— Dije para salir del aula y encontrarme con mi mejor amiga Leyla parada en la puerta, parecía que me estaba esperando.

—¿Y ahora que? Eso es otro 4 o ¿No?

—Pues si, pero Leyla tú me viste estudiando esta vez sí me apliqué no sé lo que me sucede.

—Stefany creo que esto ya es tema de que te ayuden, necesitas un tutor o alguna tutora.

—Si, tienes razón. —concordé tratando de evitar el tema para dirigirnos a otra clase.

—Oye cambiando de tema ¿Me acompañas al baño? Siento que debo verme en un espejo además que mi vejiga pide a gritos ir.— Me preguntó con algo de súplica.

—Si vamos.

Caminamos unos segundos más y llegamos al baño de chicas mas cercano, ya allí Leyla entró a el cubículo más accesible a ella y cerró la puerta.

Yo me empecé a observar en el espejo del baño y me acomodé la falda del uniforme subiendo la un poco más, ya que odiaba que me rozara las rodillas. Luego con mis dedos acomodé un poco mi cabello rubio.

—¿Leyla ya estás lista? Recuerda que tenemos que ir a la siguiente clase.

Leyla abrió la puerta del cubículo y se empezó a lavar las manos en el lavamanos, se acomodó su cabello castaño claro con reflejos y salimos del baño.

—Bien ¿A quien te gustaría tener como tutor?

—No lo sé, con tal que sea bueno enseñando creo que todo está bien.

Yes, I'm the girlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora