Capítulo 5

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POV CARLOS

-Bueno chicos, empecemos, que les parece si lo hacemos con algo fácil, ¿Qué es el amor? O ¿Qué saben ustedes del amor?

Estábamos en una de nuestras clases especiales, para los "malos", la clase nos la estaba dando el hada madrina.

-Haber quien responde, haber, Mal, ¿Qué es el amor?

-Fácil, una debilidad.

El hada madrina hizo un gesto extraño para luego pasar a Evie.

-No es nada, no sirve.

El gesto cada vez se iba haciendo más extraño.

-Ok, chicos, ustedes que opinan.

-Bueno, papá decía que era un arma, nunca entendí bien eso, mientras más te amen más confianza tienen en ti y así tú puedes hacer lo que quieras, eso dijo.

-Pues mi mamá decía que amaba a sus abrigos por eso siempre los cuidaba- dije cuando Jay acabó de hablar.

El hada madrina nos veía de una manera muy extraña cuando de repente entro una chica.

-Madre, necesito que me firmes esto.

Cuando pasó a nuestro lado lo hizo muy cuidadosamente sin tan siquiera mirarnos.

-Madre- repitió después de ver que no le había hecho caso.

-Ah sí claro, hija saluda.

-Eh, si hola, solo olvídenme, sí, eso yo ya me voy- dijo tomando la hoja que le había dado a su madre.

-Bueno, que les parece, si hacemos otra cosa, veamos las veces en que el amor, salvó a las personas.

-La cura de la manzana fue el primer beso de amor verdadero- dijo Evie malhumorada.

-Exacto, sigamos.

-Lo mismo para el sueño eterno- respondió Mal de igual manera que Evie.

- ¡El amor de Bella y la Bestia! - gritamos Jay y yo a la vez.

- ¡Yo lo dije primero!

- ¡No, yo lo dije primero!

-Claro que no.

-Que sí.

-Que no.

-Que sí.

-Oh pequeño bribón- dijo Jay para luego abalanzarse sobre mí y empezar a hacerme cerillito en la cabeza.

- ¡Chicos!- escuchamos al hada madrina- hagan el favor de sacar toda esa energía en el campo de torney.




Después de clase nos mandaron a Jay y a mí al campo, yo no entendía nada, me dijeron que saliera de la "zona de riesgo" aunque no sabía lo que significaba, pero hice caso y me salí, desde ahí no supe que pasó, solo vi a Jay que corría hacia mí, cuando estaba demasiado cerca me agache y me protegí con el escudo el cual Jay usó cómo trampolín para meter la pelota en la portería.

El entrenador llamo a Jay y le informó que estaba dentro y a mí me sugirió que intentara con tenis, hasta que Ben se ofreció ayudarme, no sé porque, pero presiento que esto no saldrá para nada bien.

Después de que todos se dispersaran me quede con Jay en el campo y Ben que se acercaba a nosotros.

-Hey Jay, ¡Felicidades! - dijo tratando de tocar su hombro.

Jay tomó su mano rápidamente antes de que lo tocará.

-No me toques- le contesto de forma brusca.

∆Los Desdendientes∆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora