[El capítulo será divido en cinco partes debido a lo largo que éste último es.
Rebasa Las catorce mil palabras, y pasó que Wattpad me eliminó todo y tuve que comenzar a editar desde cero.]
Algo había cambiado en Jimin.
Kook no sabía que era, era algo demasiado sutil para verlo, pero estaba ahí.
Era algo en Jimin que se sentía diferente.
Al principio no lo había notado, pero el paso de los días hizo que pensara y se diera cuenta.
Los besos que le daba, sus sonrojos, sus gemidos, su entrega en la cama… era un algo que lo hacia diferente.
¿Podría haberse enamorado de él?
No… Jimin era idiota, pero lo conocía lo suficiente para saber que nunca sentiría amor por ningún tipo de ser más que por sí mismo.
Pero aún seguía el "algo" entre ellos, algo que hacia a JungKook querer tratar al vocalista con… sutileza, y eso lo desesperaba, pues no sabía que era y si era bueno o malo.
Y si esos días habían sido algo complicados para JungKook, para Jimin lo fueron más.
Cada noche que pasaba en los brazos de Kook, cada beso en secreto, cada caricia que hacían sus manos en su cuerpo, cada estremecimiento… todo era muy difícil a sabiendas que el hombre que lo tocaba le importaría un rábano que estuviese enamorado de él o no.
Sabía que lo importante para el bajista era mantener a su juguetito hasta que se hartase.
Entonces, JungKook lo desecharía y se buscaría otra diversión, pero lo mantendría cerca para que cantara hasta que se cansara de la fama y lo desechara junto a el resto de la banda; y ese sería entonces el peor día de su vida porque ya no tendría una excusa para mantenerse cerca del moreno.
Por alguna razón, JungKook empezó a tratarlo diferente.
Salvo el "Jimin-ssi" que siempre utilizaba para exasperarlo, ya no lo insultaba cuando estaba a solas.
Lo besaba suavemente, tomándose el tiempo, ya no lo provocaba para que se pusiera en evidencia y lograr que YoonGi y Taehyung supieran lo que hacían juntos
Y lo más importante: lo trataba con cuidado cuando tenían sexo.
Como si el peliazul estuviera hecho de cristal y fuera a romperse con cualquier movimiento brusco.
Era como si le tuviese consideración, como si fuese su…
Su pareja.
No, imposible, JungKook jamás consideraría a nadie como su pareja, y menos Jimin.
¿Pero y si había la posibilidad?
¿Y si en verdad Jungkook ya lo consideraba su pareja, aunque fuese su pareja sexual?
Jimin no sabía que pensar y eso lo frustraba más que cuando no sabía que era Kook para él.
Necesitaba saberlo.
El vocalista se puso de pie y caminó hacia la habitación, dispuesto a enfrentar a JungKook; tocó pero nadie le abrió, así que él mismo entró a buscar al moreno, pero aparte de Cortez (1), que comía un poco de alpiste, no encontró a nadie.
Salió del lugar y entró al edificio para seguir buscándolo.
Una voz airada resonaba por los pasillos.
