Un sonido de golpes metálicos rompió el silencio de varias horas.
JungKook abrió los ojos lentamente, tratando de enfocar la imagen frente a él, pero un destello de luz hizo que los cerrara de golpe.
Por unos instantes, estuvo tentado a cambiar de posición, cerrar los ojos y volverse a dormir, ignorando el bulto que tenía frente a él, pero cuando se volteó para acomodarse los golpes se repitieron, acompañados por una voz femenina.
ㅡ¿Jiminnie-san, ya estás despierto?.ㅡla voz de Taehyung se oía apagada a través del metal.ㅡ¡Jiminnie-san, de pie, hoy tenemos firma de autógrafos!
El moreno abrió los ojos y entonces se fijó por primera vez que no estaba en su cuarto, sino en el del peliazul y que lo que había tomado por un bulto era en realidad él, lleno de golpes y raspones por todo su cuerpo, ocasionados por la sesión de sexo que habían tenido la noche anterior.
Sus encuentros eran mucho más… violentos, por decirlo de una forma agradable.
Desde hacia meses, Kook empezó a maltratarlo como nunca; lo insultaba cuando hacia algo mal, le pegaba si era más torpe que de costumbre, lo forzaba a tener sexo en lugares donde fácilmente podrían encontrarlos e incluso, empezó a meter prácticas cada vez más sádicas para sus momentos de intimidad.
Jimin entraba en pánico siempre, pero entonces el moreno le susurraba "¿Acaso quieres que Taehyung tome tu lugar esta noche?", lo que hacia que se comportara sumiso y aceptara todos los malos tratos y los golpes, que le dejaban heridas y cicatrices por todo el cuerpo.
Los golpes en la puerta se repitieron.
Sabiendo que el niño no se iba a ir con nada y probablemente entraría sin pedir permiso, JungKook se levantó de la cama, se puso los primeros calzoncillos que se encontró tirados en el piso, ocultando todos los objetos que fueran demasiado delatores, y abrió la puerta.
Taehyung dio un paso hacia atrás al ver que era el bajista y no el tecladista el que le había abierto.
ㅡOh… buenos días, JungKook (1) –dijo sonrojado; de reojo pudo ver la silueta durmiente de Jimin aún en la cama; suerte que no había visto las cortadas ni los moretones.ㅡNo… no sabía que habías pasado la noche aquí.
ㅡEs evidente.ㅡdijo el moreno.ㅡ¿Qué hora es?
ㅡNueve y media. Pero la cita es a las once y quince, y como nos toma cerca de una hora llegar en el auto…
ㅡSi, si, lo que sea…ㅡVe a despertar a YoonGi o algo así.
ㅡYoonGi-san ya esta despierto y desayunando.
.ㅡQue raro...como sea, ya vete. Yo despierto Jimin.
ㅡEsta bien...te veré en unos minutos.
Jungkook cerró la puerta y miró de nuevo al chico dormido sobre la cama mientras encendía un cigarro.
Amaba hacerlo estremecer, tanto de placer como de miedo.
Cada cosa que le había hecho en los últimos meses había lo asustado, pero había terminado aceptándo e incluso ayudándo a cubrir las pruebas de cada una de sus actividades nocturnas curándose a si mismo, lo que había ocasionado que descubrieran que JungKook tenía un fetiche por las personas vendadas. (2)
