Capítulo XLI

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Catedral Kardia es un hermoso monumento característico de la ciudad de Magnolia, que a pesar de múltiples enfrentamientos, dentro u afuera de la instalación siempre los habitantes de dicha ciudad la volvían a reconstruir, no importaba el daño que tenía dicha maravilla siempre era reconstruida... Pero en esta dimensión no era el caso, sus preciosa edificación estaba totalmente destruida... Lo único visible de  aquel monumento eran un par de paredes que en cualquier momento iban a cesar. ¿Pero quien era el o los causantes de dicha destrucción? La respuesta era simple, Natsu Dragneel y Erza Scarlett, los cuales estaban luchando anteriormente contra el demonio más poderoso del libro de Zeref, él cual fue derrotado por los mencionados anteriormente. Los cuales se enfrentaron en un brutal enfrentamiento porque Erza Scarlet había sido poseída por la katana demoniaca Hattori Hanzo, la cual estaba buscando venganza contra Natsu Dragneel por el asesinato de Jason, un hombre poseído por END

Actualmente Hattori Hanzo tenía la ventaja en todo este combate, ya que Natsu se había rendido ante él, ya que no soportaba enfrentarse contra su amada... Nada podía impedir la venganza de Hattori, ni Erza, ni END... Nadie podía impedir su venganza solo debía de dar el golpe final a un rendido Natsu —Adiós Natsu Dragneel... Saludame a Zeref y a END en el infierno —dijo el espectro mientras preparaba su golpe final... Así que alzó su espada en dirección al pecho del pelorrosado para terminar con su vida.

Pero misteriosamente su arma solamente atravezo la nada misma, no había ningúna persona en aquel metro cuadrado —te lo pediré por última vez... Sal del cuerpo de Erza —dijo una voz de un hombre, a un par de metros detras de aquella pelirroja que reconoció a la perfección, no era nadie más que Natsu Dragneel, pero se veía con un sembrante serio, algo que a cualquier persona que conociera le sorprendería su expresión

–¿pensé que habías decidido rendirte? – dijo el espectro algo confundido por el repentino cambio de parecer del pelorrosado

–está es tu última oportunidad para que te alejes de Erza –

–creí que por un segundo tenías algo de cerebro, pero ya veo que me equivoque – dijo decepcionado el espectro mientras veía al pelorrosado

Natsu solo guardaba silencio ante la situación, en lo personal quería romperle la quijada de un solo golpe, pero desgraciadamente no podía dañarlo ya que todas las heridas que reciba aquel tipo, Erza después las recibiria

–respondeme algo Natsu... ¿Tu fuego te salvará de mi espada? – preguntó la pelirroja para dar un salto rápido hacia el dragon slayer, para cortarle la cabeza

El dragon slayer sólo cubrió su mano derecha con su clásico fuego para detener el impacto de aquella espada, la cual se termino partiendo a la mitad, dejando a una muy sorprendida Erza, ya que no solamente detuvo su ataque si no que también quebró aquella arma —¡IMPOSIBLE! Ni siquiera E.N.D pudo destruir mi espada ¿¡COMO DIABLOS PUDISTE!? — era los gritos que reflejaban miedo de aquella pelirroja

ante el miedo el espectro intento huir de ahí, tenia miedo del poder de aquel chico que tenia al frente suyo, ningún mortal en la vida había antes logrado detener u mejor dicho en este caso destruir dicha espada maldita. aunque intento huir no pudo alejarse del joven dragon, ya que este le agarro su brazo derecho impidiendo que ella pudiera huir —Erza, se que estas ahí, solamente te diré que juro que te llevare al de vuelta al gremio — hablo el pelirrosado mientras transformaba su mano derecha a una enorme garra negra de fuego oscuro

—¿¡QUE DIABLOS ES ESO!? — pregunto atemorizada la maga poseída

—este es tu fin — dijo Natsu para atravesar con aquellas garras en el pecho de la pelirroja, causando un enorme grito de dolor por parte de ella, pero a pesar que al joven dragon le dolia ver a su amada sufriendo por dicha agresión tenía que continuar hasta arrancar de raíz la maldad que emanaba de ella.

La Desesperación De NatsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora