Capítulo XLIII

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Ya habían pasados unas horas desde que se durmieron nuestra pareja favorita, ya era tarde para ser más específico eran las 14:24 de la tarde y recién había despertado una maga de cabello escarlata, que a pesar de haber despertado seguía en la cama, abrazada de su pareja, le encantaba estar estar estar cómoda, calentita y segura. Mientras tanto cierto pelorrosado comenzaba a despertarse de su sueño, y lo primero que vio fue una cabellera rojiza que estaba junto a él — Buenos días amor— dijo él con pesadez, ya que todavía no se despertaba por completo

—Buenos días Natsu — respondió ella con un tono suave y tierno para luego ver a su pareja para soltar una tierna sonrisa

Él por su parte solo le beso la frente para abrazarla con un poco más de fuerza, Erza por su parte también correspondió el abrazo de forma cariñosa, bueno hasta que escucho que algo se cayó en la habitación seguido de un escándalo —ya comenzaron estos idiotas — dijo la pelirroja para soltar un fuerte suspiro que representaba su decepcion al no poder descansar tranquila por un momento

Natsu por su parte esbozo su típica sonrisa para decir —creo que es hora de levantarnos antes que destruyan el gremio —

— nunca podré descansar — dijo para soltarse del abrazo para levantarse mientras era seguida por su pelorrosado. Ya al abrir la puerta vio la batalla campal que había fuera de la enfermería, toda la institución por dentro estaba siendo destruida, mesas, sillas y algunos miembros salían volando de aqui para allá. Erza al ver el desorden y el caos que había dentro comenzó a enojarse, pero esta rabia venía acompañada de algo eso era calor, un calor bastante semejante cuando Natsu volvió de su entrenamiento de un año después de lo sucedido contra Tartaros — ¡¡¡DETENGAN ESTE MALDITO DESORDEN!!! — fue el grito en colera de la pelirroja mientra aumentaba involumente el calor que emanaba que a los pocos segundo se convertía en una llama que rodeaba su cuerpo

Por otro lado, todos en el gremio veían con miedo a Erza, si por defecto daba miedo enojada, verla con esas llamas que le rodeaba era como ver al mismo diablo en persona, incluso a aquellos que estaba bebiendo a tempranas horas del día, la sensación del alcohol en su cuerpo desapareció solo con verla. E inclusive el mismo Natsu que a pesar de tener a Erza al lado y tener múltiples años de entrenamiento físico como psicólogo contra el calor, se sentía agobiado por la energía que desprendía su pareja — Creo que te estas excediendo amorcito — dijo el mago con cierto miedo en su voz para luego poner su mano en el hombro de la chica intentar calmarla, pero lo único que recibió fue una quemadura en la mano.

Ella se dio cuenta del fuego que estaba emanando, intentaba apagar las llamas pero no podía controlar aquella magia de fuego, esto le provocaba miedo, sentía que podía lastimar a alguien de su preciada familia, necesitaba ayuda urgentemente para detener esto, entonces dirigió su mirada hacia su pareja, Natsu debiera de tener la solución a su problema, pero no conto que el estaba viendo su mano, la cual tenia una quemadura, la cual no era demasiado grave pero dentro de su miedo, se imaginaba que aquella pequeña herida era una quemadura gravísima, donde la sangre se deslizaba como si la misma piel se hubiera calcinado por solo tocarla

 — oh no... Que hice... — dijo ella asustada, no podía creer lo que había hecho, había lastimado a quien amaba con todo su corazón, no se podía perdonar por lo que había hecho asi que decidió huir de allí.

Envuelta en sus llamas, ella corría por las calles de la ciudad a una gran velocidad evitando lastimar a cualquier persona que se interpusiera en su camino,  Los habitantes de la ciudad de magnolia solamente podía ver una estela de fuego que corria por alli, la cual solo asustaba a la gente que paseaba por su ciudad, algunos pensaban que al gremio de las hadas se les había escapado "sin querer" algún tipo de proyectil mágico en sus típicos escándalos ya conocidos.

La Desesperación De NatsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora