다 괜찮아 {taekook}

01🐺

Jungkook, solo tenía trece años al enterarse que su mejor amigo Yugyeom, el Alfa, había fallecido. Una gran parte de su lobo presentado hace casi un año y medio, entró en depresión por la pérdida de su gran y único amigo.

Ese dúo prácticamente se crió desde que eran unos cachorros, debido a que eran vecinos y coincidieron en una plaza cerca de sus casas. La familia Kim se había mudado a los 7 años del pequeño y difunto, ese cachorro era realmente hiperactivo y demandante a la vez, gran ejemplo de su lugar en la Jerarquía. La primera vez que se presentó, a los doce años de edad, ambos amigos estaban en una pijamada de comida chatarra y peliculas. En un momento, Yugyeom comenzó a sentirse fatal,  mareado, no entendía porqué le dolía tanto el vientre. Lo primero que pensó fue; sólo eran los tantos dulces que había comido, eso era todo, ¿No?.

Como cualquier lobo recién presentado, comenzó a emanar demasiadas feromonas, algo que fue obvio para su acompañante. Por parte, éste sintió la necesidad de cuidar y atender el sufrimiento agonizante que estaba demostrando su mejor amigo. Después de todo lo que pasaron y la confianza, sólo era una pequeña calada de su aroma, nada con segundas intenciones. Y así pasaron la noche, acurrucados en la cama del omega con aroma de dulces frutos y lavanda, mientras que el mayor lanzaba ese hechizante olor a café con chocolate dulce que lo hacía dormir. Yugyeom pudo pasar hasta su último celo sin segundas intenciones o dolores.

Después de la gran pérdida, el más pequeño de los Jeon no pudo volver a pasar su celo con nadie más, se sentía infiel a su amistad. Él realmente creía que todo era un chiste de gran mal gusto y aquél que prometió cuidarlo como si fuera su Omega entraría corriendo por la puerta a abrazarlo y decirle que ya no llorara, que había regresado a buscarlo. 

Pero, eso no ocurrió.

No mejoró nada que la hermosa Omega que tenía de madre, años anteriores, abandonara a su "Padre". Eso ocasionó una grieta en su mayor y el odio constante a su pequeño e indefenso hijo

Yugyeom, realmente era su sostén, los brazos que los esperaban después de un mal día o una nueva pelea con aquel Alfa cuarentón

Pero, el debía seguir, su difunto mejor amigo le hizo prometer que no bajaría los brazos luego de la partida de su madre, que lucharía por ser feliz y mostrar su sonrisa similar a la de un conejo, con orgullo

Yugyeomie, saldré adelante por ti, ¿Me escuchas? no me rendiré, y cuando esté a tu lado, me dirás que lo hice bien, ¿Verdad?