¿Quieres jugar?

Capítulo 2: ¿A qué jugar?

Tras terminar de ver la película, nos levantamos del sofá y decidimos hacer algo de provecho. Jugamos a la Wii.

-Oye- dijo Izan parando el juego-. La película me ha rayado. ¿Y si vamos a la biblioteca y cogemos algunos libros de magia oscura?

Esa última frase la dijo en voz baja y acercándose a nosotros. Como si no quisiera que le escucharan.

-Pero, ¿"coger" de sacar prestados o "coger" de robarlos?- preguntó Alex de la misma forma.

-A ver, ¿quién tiene un carné de la biblioteca?- contestó el primero de forma obvia.

Levanté la mano tímidamente y todos nos reímos.

-En fin, ¿vamos o no?- propuso Laura entonces.

-No sé...- dije insegura-. ¿No es un poco ilegal?

-¿El qué? ¿Coger un libro de la biblioteca?

-No, el colarnos en la biblioteca y robar un libro.

-¡Da igual! Nadie se enterará. De todas formas, ¿quién va a la biblioteca de noche?- contestó Izan haciendo un gesto con la mano, restándole importancia.

Aunque no lo sabíamos, dentro de una semana desearíamos que alguien fuera a la biblioteca de noche.

Subimos a la habitación de nuestro amigo para tener algo más de intimidad al pensar en algo. De todas formas, Alex y yo no teníamos claro el ir a la biblioteca.

-Vale, hagamos un plan- propuso Laura.

-¡Ya sé!- exclamó Izan-. Si nos pillan, lanzamos bombas de humo para escondernos y podemos lanzar fuegos artificiales para distraerlos aún más- todos le miramos extrañados, intentando no reír-. Vale, no, fuera coñas. El plan es que, si nos pillan, diremos que teníamos que hacer un trabajo para historia y necesitábamos información y hemos ido a la biblioteca pero se nos ha hecho tarde.

-Me parece bien. Y eso que tus planes suelen ser malísimos- admitió Laura.
Izan se hizo el ofendido, pero se rió.

-No sé, chicos. No lo veo muy... No sé, muy buena idea...- opinó Alex.

-¡Vamos, tío! ¡Será divertido! -intentó animarle Izan-. Además, ¿qué podría pasar? Todo eso no es real.

Ojalá no fuera real.

-Vale- accedimos Alex y yo de mala gana.

De todas formas era verdad, ¿no? Nada de aquello era real.