Estrella Mía

Destino escrito

Mi cabeza daba muchas vueltas aún sin comprender las últimas palabras de Marco.
"Es hora"
Pase esas palabras una y otra vez por mi cabeza hasta que todo cayó en su lugar y la confusión se convirtió en pánico, no era justo.Creia que aún faltaba mucho para la ceremonia al menos otras 10 lunas pero los planes cambiaron, el miedo se apoderó de mí y me levanté de mi lugar por la inercia de todos mis pensamientos.
-No estoy lista.- tartamudeo esperando que eso sea un buen pretexto para evitarlo.
-Por supuesto que no estás lista!. Nadie lo está pero ahora debes cumplir con tu deber, te vas a preparar es esta noche-. Marcus se levanta de su lugar y se retira de la habitación dejándome invadir por la soledad.
No quiero que esto suceda, tengo muchas cosas por ver, quiero seguir viendo la tierra y observar la vida diaria de los humanos, desearía vivir como ellos no tienen ninguna preocupación, bueno, algunas cosas malas pero nada a comparación de lo que sucederá.
Habrá una manera de evitar esto?
Me recuesto en el piso dejándome llevar por el olor de las velas, cierto los ojos y así las visiones comienzan.

La oscuridad nos va consumiendo mientras nos alejamos de todo lo que nos pertenecía y amabamos. Ahora sólo existimos el y yo, es lo que importa. No me suelta la mano en ningún momento incluso cuando la arena provoca que caiga de rodillas el vestido se va mojando en cuanto el agua lo toca dificultando más la caminata, no me dejara ir por nada en este mundo.
-Tenemos que parar!-.
Pero el no escucha, estoy tan cansada que las olas ahogan mis súplicas así que decido soltar su mano.
-Que haces?!-. Su mirada me apremia que también está asustado por lo que acabamos de hacer-Tenemos que seguir ahora es cuando menos nos podemos detener-.
-No puedo seguir!.- miro el cielo cubierto de nuestros ancestros, se que ahora están muy molestos pero el vale la pena, no lo perderé.
Me vuelve a tomar la mano, la besa y hace que lo mire a los ojos, esos ojos ámbar tan preciados para mí, cuando lo conocí crei que él estaba viendo en mi alma misma y no le disgusto nada de lo que vio sabía que pronto sería escogida pero no le importo se enamoró de mí como yo me enamore de el en ese instante y con cada día que pasó solo fue creciendo.
-Casate conmigo.-
Y no dice más, espera sin ninguna expresión en su rostro mi respuesta.El la sabe perfectamente, con ambas manos acuno su rostro y lo beso.
-Si-.
Se quita su brazalete de oro puro, una fina espiral sin ningún detalle, las utilizamos para las ceremonias de boda, cuando la pareja está muy segura los intercambian demostrando que ya son uno.
-Te amo Nadya.-

Abro los ojos de golpe sin saber qué hora es, que rayos fue eso?
Me levanto del suelo y me acerco a la silla más cercana, me siento y pongo los manos sobre mi cabeza aún más confundida por lo que vi, ese hombre dijo mi nombre no es algo normal que estas cosas pasen y más a horas de la ceremonia.
Porqué ese hombre dijo mi nombre?
Aún seguirá vivo?