CAPÍTULO 5

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—Esto es una burla, no lo tolerare —Leandro se veía muy alterado— se lo advertí Sócrates —grito más fuerte— mi reputación, no lo puedo creer...burlado por una chiquilla.

—Emma fue secuestrada, no es que ella lo haya planeado, todo es muy confuso ahora —aseguro Sócrates.

Los gritos en el estudio se escuchaban por toda la casa, por suerte los invitados ya habían sido despedidos, Daniel les había contado su propia versión de lo sucedido, que no podía estar más alejada de la verdad.

—Su hija es la única responsable —señalo Daniel— ella siempre metiéndose en problemas, ahora mi esposa está en peligro, solo Dios sabe lo que le esté sucediendo ahora mismo —a Daniel le importaba muy poco la seguridad de su esposa, es más seria un alivio deshacerse de tan fastidiosa mujer, pero decidió guardar las apariencias, no sería prudente decir lo que realmente pensaba.

—Le dije que si no pagaba la deuda ese rufián tomaría represarías —le increpo Sócrates a su amigo y se dejó caer en el sofá— ahora mi hija está perdida —"Estoy perdido" pensó Sócrates "si no caso a Emma me quedare en la calle". Sócrates nunca había sido el tipo de padre amoroso, nunca se había interesado por las actividades, intereses o bienestar de su hija, siempre había considerado que esa era la función de su mujer, probablemente todo hubiera sido diferente si hubiera tenido un heredero varón, sin embargo su esposa no había podido darle uno, y pese a sus varias infidelidades no había conseguido el ansiado varón, y ahora que era la única ocasión en la que agradecía tener una hija, la cual le permitiría saldar sus deudas, esta tenía que escapar, ¿qué demonios había hecho para ser castigado de esta manera?.

—¿Acaso no escuchó lo que acaba de contar el muchacho?, su hija estaba escapando junto a ese rufián, e involucraron a su pobre esposa, pero esto no se puede quedar así, yo no quedare como un tonto frente a todo el mundo, hablare con algunos amigos dentro de la policía e iremos a buscar a su hija, cuando la tengamos de vuelta se casara de inmediato conmigo, y ese joven será acusado de secuestro, se pudrira en la cárcel, en cuanto a la esposa de Daniel, solo esperemos que este bien, pues ella es la única víctima en esta historia —a estas alturas Leandro se sentía completamente arrepentido por haber intentado casarse con aquella muchacha, pero ya no podía dar marcha atrás, su reputación estaba en juego.

Los tres hombres en aquel salón estuvieron de acuerdo con lo propuesto por Leandro, ahora irían con todo a encontrar a las dos muchachas.

Rehén del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora