Las luces multicolor del árbol tintineaban una y otra vez, el aroma dulzón del chocolate caliente le pegaba de lleno en la nariz. La peliazul estaba tumbada a su lado, quizá lo más correcto sería decir sobre ella, pues poco a poco había dejado caer la cabeza hasta que cayó en su hombro. Tampoco es que se quejase, después de todo necesitaban recuperar el calor perdido luego de la larga caminata que dieron hacía tan sólo unos minutos, odiaba esa clase de cosas pero muy de vez en cuando le gustaba complacer a su compañera...
Suspiró largo antes de dejar caer la cabeza sobre el respaldo del sofá y estirar el brazo para peinar las hebras azules. Luego de tantos años juntas era una tontería preocuparse por alto tan absurdo como el regalo de navidad, ninguna de las dos tenía apego real al festejo de un niño presuntuoso que eligió nacer en la época más deprimente del año. Sin embargo siempre le resultaba tierno ver a la otra emocionada secretamente por la comida, decoraciones y demás motivos navideños. En realidad los regalos que intercambiaban ni siquiera eran costosos: lápices para colorear, algún dibujo que ilustrase su vida cotidiana, una pequeña historia con sus personajes favoritos, chocolates... Faltaban tan sólo un par de días para Navidad y ella seguía en blanco. Frunció un poco el ceño ante su propia falta de imaginación. Sabía que su compañera le había conseguido un libro que quería hace tiempo y ella aún no preparaba nada.
—¿En qué piensas? —preguntó la peliazul al notar el gesto ajeno.
—En nada, en nada...
—¡Dime!
Fingió no escuchar y se incorporó un poco para tomar la taza. La peliazul infló las mejillas de aquella forma tan infantil y dulce con la que pretendía molestia. Ella sólo sonrió de forma traviesa.
—Este año voy a complacerte. ¿Qué te gustaría como regalo de Navidad?
La chica de lentes nunca imaginó la respuesta que obtendría. De haberlo sabido lo hubiese preguntado mucho tiempo atrás, luego del: "Pasar noche buena contigo... a solas..." lo demás dejó de importar y su cabeza comenzó a maquinar distintos escenarios. La vestiría con un gran moño rojo, tal vez un cascabel... por supuesto que antes tomaría un baño juntas y...
Se mordió el labio inferior, ya no podía esperar hasta Noche Buena. Dejó el chocolate en la mesita otra vez y empujó a la peliazul para que cayera de espaldas al sofá...
Tal vez secretamente también comenzaba a gustarle la Navidad.
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Black & Blue
General FictionDos corazones laten al mismo ritmo, tan contrarias pero compatibles a la vez. Black, fuerte y dominante; Blue, tierna e infantil. Estas son las noches compartidas por una pareja que se complementa la una a la otra, mientras mantienen en secreto su a...