El Búho de un solo ojo

Temblor

Manejaba rumbo a un pueblo, un pueblo donde habían mas casas que personas. Algo triste, rodeado de la naturaleza mas sombría que se podría describir, ya muchas personas habían abandonado sus casas, las cuales les había pertenecido por generaciones. Poco a poco ese pueblo quedaba en el olvido, poco a poco daba un aspecto de ser un pueblo fantasma, casas de madera sin pintar, las casas chillaban a cada paso que dabas dentro de ellas, y al abrir la puerta, ya eran viejas, las personas solo andaban a pie, algunos tenían auto, los cuales viajaban para traer alimento.

El camino que me guiaba hacia aquel pueblo era de tierra suelta, piedras sueltas de un tamaño excesivo, por lo cual mi auto daba pequeños pero a veces grandes saltos, por lo que me obligue a andar lento, a mi derecha e izquierda me miraban arboles altos, el camino estaba rodeado de ellos.

El camino era algo largo, ya estaba lejos de la carretera, ya el único sonido o ruido que escuchaba era el de mis pensamientos alborotados y el motor del auto, mas el sombrío silencio del bosque al cual ya había entrado. Estaba cerca de mi destino.

Me detuve con brusquedad al ver un letrero hecho de madera, y en el con pintura blanca estaba escrito "Tholied"

Tholied aunque tal vez suene raro al principio es el nombre del pueblo, digo "era" porque ahora se le conoce como "el pueblo del búho"

¿Por qué el pueblo del búho?

Esa es la misma pregunta que me hice yo hace ya años, hay un sin fin de historias de ese pueblo y cerca de el, tanto que se me seria difícil escribirlos todos, y una de las razones es no conocerlas del todo, una de las tantas que me llamo la atención fue el búho...

El búho de un solo ojo.

Mi abuelo el cual cada noche me contaba historias, una noche menciono el búho de un solo ojo, fue ahí cuando mi interés sobre lo desconocido despertó, creo yo, tenia unos 10 años cuando escuche por primera vez aquellas palabras salidas de la arrugada boca de mi abuelo. Había mencionado algo sobre "se aventura sobre las criaturas del llamado o llamada

Lesorthied" Lesorthied según mi abuelo era un tipo de alienígena, una criatura de otro mundo, alguien o algo, se le trababa la lengua al tratar de mencionar el nombre y que era, por lo cual lo único que llegue a saber fue ese nombre y nada mas, "es un ser no habitante de esta tierra" el nombre Lesorthied había sobrevivido gracias a las generaciones, no se sabia su origen, y así como mi abuelo me contaba esas historias alguna vez a él se las contaron.

Pero entre todas esas historias que me contó, solo una llego a vivirla en carne y hueso.

"Llego la hora de la historia –dijo mi abuelo mientras se sentaba—esta noche fría toca "el búho de un solo ojo" el cual alguna vez de mi niñez vi volar sobre mi, fue hace mucho, mucho tiempo. Creo tenia tu edad y vivía en un pueblo rodeado de hermosos arboles, daban vida al pueblo, tenia mala reputación. Se llama "Tholied" nadie sabia el origen del nombre, pero eso a nadie le importaba tanto. Todo era felicidad, todo era normal. Pasaban los días y yo jugaba, mi padre trabajaba, mi madre quedaba en casa. Fue un mes de abril y para ser exactos el día 16, había caído la noche y el pueblo estaba durmiendo en un silencio pasivo, todos soñaban menos yo, solo me encontraba recostado mirando la oscuridad del techo, perdiéndome en ella cuando de repente sentí que la cama se movía con movimientos bruscos, como si alguien me estuviera tendiendo una broma moviéndola de un lado a otro, en ese entonces no conocía las palabras "sismo" o "terremoto" ya que con rapidez di un salto de la cama al suelo, y de un segundo a otro me encontraba en el suelo tirado, ya que también el suelo se movía, estaba espantado, mi corazón se aceleraba, creía que la casa caería sobre mi, sin moverme, quede en el suelo. No obstante, seso segundos después. Al igual que el susto que había pasado, me preguntaba si ir con mis padres pero no lo hice, como si nada hubiera pasado me acosté pero esta vez a dormir.

Al despertar me dirigí al cuarto de mis padres a preguntarles si habían vivido lo mismo que yo en la noche, pero su cuarto estaba vacío, la casa estaba vacía, no estaban, por lo cual salí de la casa y veía como varias personas corrían hacia una misma dirección, los seguí también corriendo por la gran curiosidad, ya que ver eso no era tan habitable allí.

Entraban a una casa en la cual en la entrada estaba un señor el cual no me había dejado entrar.

--¡Hey! Niño, no deberías estar aquí –dijo el hombre que estaba en la entrada, veía como las personas se asomaban por las ventanas, todos querían entrar pero el hombre no los dejaba, estuve a punto de dar la vuelta para regresar a mi casa cuando un grito desgarrador me había hecho sobresaltar sobre mi, no podría describir el como aquellos gritos me llegaron a asustar, seria imposible decirlo con simples palabras, era un grito de dolor, eso lo tenia claro, ya que conocía ese grito, pero había algo mas en el. Las personas que se encontraban fuera también pude notar su incomodidad sobre aquel grito corto pero tenebroso.

¿Qué era lo que había dentro? Me preguntaba ¿por que aquellos hombres querían entrar? Mi curiosidad crecía conforme me quedaba ahí de pie. Me asombre mas al ver a mis padres salir de aquella casa, me agarraron del brazo con fuerza y me llevaron sin emitir alguna palabra en todo el camino. Estuve todo el día molestándolos para que dijeran algo, pero solo me ignoraban.

--¡Dios! ¡Dios! ¡Esa maldita criatura a vuelto! --escuche gritar a un hombre fuera, corrí a la puerta a verlo, lo veía como corría y no en linea recta si no en forma de circulo—¡Dios! ¡Dios! ¡Largaos todos del pueblo! ¡Aun no es tarde!

Mis padres me metieron cerrando la puerta con brusquedad.

--Hoy duermes con nosotros—dijo mi madre, y lo hice, esa noche dormí con ellos, no sabría decir la hora exacta pero la casa completa comenzaba a balancearse, veía los objetos caer al suelo, la cama casi brincaba, mi padre giro sobre él para caer al suelo cuando apenas había pasado un segundo después de temblar, se había metido debajo de la cama y gritando nos dijo que hiciéramos lo mismo. Y ahí fue donde dormimos, no obstante, cuando desperté me encontraba sobre mi cama con un sentimiento de miedo.