Me puse de pie he hice lo mismo que el día anterior, esta vez también corrían personas hacia un mismo lado, pude verlos por la ventana pero mi madre estaba en la casa. "Ni se te ocurra" dijo sabiendo que los seguiría. Pero la desobedecí, ya que mi curiosidad en ese momento era mas fuerte que seguir las ordenes de mi madre. ¡Quería saber a que se debía todos estos actos fuera de lo normal!
Salí corriendo siguiendo a esas personas. Quede sorprendido saber que no era en la misma casa, ya que eso esperaba, esta vez tuve la suerte de que ningún señor vigilaba la puerta por lo que con facilidad entre en ella. Dentro habían señores, señoras, ancianos y ancianas, creo yo era el único niño dentro, los adultos ni siquiera sabían que estaba entre ellos, y de los pocos que llegaron a verme me ignoraban, su vista estaba dando hacia un cuarto en el segundo piso, en el cual no podía entrar. Todas esas personas la bloqueaban.
--Lo juro—escuche a una señora con una voz algo seca y lenta dentro del cuarto—no vi nada, nada...
Rompió en llantos y las personas con un rostro de seriedad y decepción comenzaron a salir uno por uno. Mi padre, pude ver a mi padre y mi madre ya había llegado a la casa, ya que fuera podía escuchar sus gritos llamándome, me metí a otro cuarto y al ver que mi padre había bajado corrí hacia el cuarto, podía entrar y lo iba a hacer, pero me detuve, aquella curiosidad que tenia por ver que era lo que llamaba tanto la atención de los adultos, era en si estremecedora, es decir, la curiosidad en ese momento había asesinado mis nervios, mi piel se erizaba conforme veía mas aquel panorama. Mis ojos no dejaban de ver aquella mujer sentada en la cama, estaba horrorizado, el temor a los desconocido recorría mi cuerpo, aquello que se anhela por lo general no es lo que se espera, no esperaba algo fuera de este mundo, en realidad esperaba algo ya antes visto. Pero no, estaba equivocado, aquella señora tenia alrededor de 50 años, al lado de ella se encontraba un señor consolándola, la señora tenia su rostro recargado en el pecho del hombre, y cuando este me vio se puso de pie y pude verlo, pude ver con mas claridad el rostro de la señora, su rostro. El hombre me había gritado con toda su alma que me largara de la casa, la señora voltea con lentitud tu rostro hacia mi, en ese entonces me di cuenta que me miraba sin mirarme, ya que donde alguna vez hubieron dos ojos, ahora se encontraban dos machas oscuras, negras, infernales mirándome con dolor y tristeza, Dios me perdone por haberlo visto, ¡aquella señora no tenia ojos! Era como si alguien o algo se los hubiera arrancado de su rostro ya algo arrugado, no veía sangre, ni en ella, ni en el suelo, en ninguna parte se daba señales de aquel brillante color carmesí que es la vida que recorre nuestras venas por todo el cuerpo. Solo eran esas grandes manchas oscuras, quede paralizado. Todo había pasado en menos de 5 minutos, y había caído con pesadez en el suelo desmayado, al abrir los ojos me encontraba acostado en mi cama.
Había caído la noche y de nuevo dormía con mis padres, cada noche dormía con ellos, cada noche después del baile de la cama y la casa dormíamos debajo de ella. Cada noche temblaba, cada día una nueva victima de aquello sobrenatural, con sinceridad diré que no volví a seguir a aquellas personas. Lo extraño de aquellas personas incluyendo a mis padres, era, que cada vez que salían de una casa, salían con cara de decepción, hablando entre ellos. Mi padre me dijo que solo iba para una sola razón, hacer una pequeña pero algo siniestra pregunta "¿lo viste?" para mi aquello me había hecho recorrer diferentes tipos de miedos en un solo momento, ¿ver que? Me preguntaba. ¿aquello que les sacaba los ojos? No me atreví a cuestionar mas sobre el caso pero sin querer, un día me tope con una platica de mis padres, todos respondían con "no" a la pregunta "¿lo viste?" y era por ello que salían con cara de decepcionados, que aquellas personas tuvieran dos manchas negras en lugar de sus ojos era lo de menos para las personas, cada día gente se iba, abandonaba el pueblo, cada día amanecían mas personas con aquella rara enfermedad, o eso era lo que yo creía.
Un día aquella pregunta de "¿lo viste?" fue respondida con un ligero y escandaloso "si" y lo supe por la platica de mis padres, mi madre se sentó emocionada a la espera de que mi padre lo contara, ya que él había ido a la casa.
Mi padre comenzó a hablar lo que aquel señor había dicho con exactitud: "Era un búho, pero no cualquier búho, esta era una criatura muy diferente a los búhos que conocemos todos, era enorme y de un color oscuro como la noche, sus dos grandes ojos de un color entre el amarillo y anaranjado brillaban como los grandes soles en medio de la obscuridad, yo dormía y aquel movimiento de cada noche me había despertado con sudor en la frente, esta noche la sentía mas solitaria por alguna extraña razón, nada comparada con las anteriores, estuve a punto de ponerme de pie para dormir debajo de la cama, cuando con horror note que algo me sostenía, no podía moverme, ni respirar, sentía estar en lo profundo del océano, la criatura no entro por la ventana y muchos menos por la puerta, apareció después de una espesa nube negra. Y ahí ya lo tenia frente a mi a esa gran criatura, a ese gran búho, me miraba, quería gritar, quería pedir ayuda, esa mirada me transportaba al infierno puro, al mundo donde reinaba el caos, el dolor y la tristeza, trataba de separar mi mirada de la de el, los cerraba pero de la nada se abrían solos, ¡no miento! Y mi mirada volvió a mirar la suya y esta vez no pude ya hacer algo para evitarlo, que un búho de la nada salga de entre un nube negra ya es algo de cual seria orgulloso y sin vergüenza decir sentir el miedo mas profundo que alguna vez haya sentido, puesto que después de eso ocurrió algo fuera del alcance de la mente humana, algo que pocos hubieran imaginado ver algún día de sus vidas, ¡sera difícil de creer! Lo se, pero lo que a continuación relatare fue y es cierto en todos sus ángulos posibles de las palabras, los dos ojos del búho se comenzaron a mover sin dejar de verme, recorrían su cara como dos insectos buscando alimento, momentos después los dos ojos chocaron entre si y se mezclaron creando un solo ojo, un extraño sonido emitía aquel acto nauseabundo, ¡aquellos dos ojos se habían juntado para crear un solo ojo! ¡un enorme ojo que brillaba con ferocidad! ¡era un búho de un solo ojo! ¡Dios! ¡después de ver esto una total oscuridad me envolvió, comencé a sollozar, de la nada pude moverme, y había sido un milagro que siguiera vivo, ya que en el transcurso de ese tiempo había estado sin poder respirar, sintiendo aun estar en el fondo mas profundo del océano, pero no veía, nada, nada, ¡no veía nada! ¡no veo nada! ¡ni una pizca de luz de la luna ¡nada! ¡nada!
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El Búho de un solo ojo
HorrorUna criatura desconocida hasta donde se sabe atormenta las noches pasivas del pueblo Tholied. Pobres almas aquellas que duerman y sean despertadas por el Búho de un solo ojo.