VII.

816 66 4
                                    

Han pasado ya varios días, y la Ana que yo conocí en su momento, borde como ella sola, pasó a ser una persona totalmente diferente. Bueno, más bien conocí una faceta que me gustaba mil veces más. Gustar de sentirme a gusto con su presencia, no me malinterpretéis.
La cosa es que mientras me hallo ensimismada en mis pensamientos, en el borde de mi cama, decidiendo si voy a prepararme ya el desayuno, me empieza a sonar el móvil. Miro la pantalla, y veo el nombre de Will reflejada. Mierda, con tanto follón, se me había olvidado por completo llamarle para explicarle bien todo lo sucedido.

- Hola, mi amor. Disculpa que no te haya hablado hasta ahora, es que he estado muy liada.- le digo en un intento de tono calmado, ya que sabía que su reacción no sería precisamente buena.

- ¿Eso significa que te han cogido para el proyecto de Eurovision? -dijo él de forma demasiado directa, cosa que no me olía muy bien.

- Así es, Will. Ahora estamos con los ensayos y demás. ¿Y tú qué tal todo?

- Pues bien, como siempre, no sé. Oye, mira, necesito que me hagas un favor... - dijo muy serio. Tan serio que siento que algo malo se avecina.

- Mmm, dime... -digo con cierto miedo.

- Necesito que me vayas explicando bien todo el proceso que sigue el proyecto, me lo han pedido los managers que te han ayudado a estar ahí.

- ¿Y se puede saber por qué?

- No lo sé, nena. Pero ya sabes que el acuerdo era ése, acatar con todo lo que nos dicten ellos. No creo que sea nada malo, les conozco y seguramente sea para comprobar que es un proyecto estable. Y supongo que a ti eso te importa, ¿no? Saber que trabajas en algo con estabilidad.

- Bueno, sí, supongo... ¿Pero yo cómo voy obtener tal información? Si no soy más que una mera bailarina.

- Cariño, no sé, gánate la confianza de los jefes, y a partir de ahí podrás hacerlo.

- Will, no sé yo si...

- Venga, nena, que tampoco te estoy pidiendo algo muy complicado... De verdad, todo esto lo hago por ti, por nosotros. Porque sé que después de esto nuestras vidas no harán más que mejorar.

- ¿Tú crees?

- Mimi, escúchame, ¿cuándo te he fallado yo?

- Ay, Will, perdóname... - digo mientras suelto un suspiro.- Es que han sido tantas emociones estos últimos días que estoy saturadísima...

- Tranquila, si es normal... Ahora descansa, y ya me vas contando, ¿vale? Pasa un buen día. Te quiero.

- Igualmente. Te quiero...

Nada más finaliza la llamada, decido hacerme rápidamente un buen desayuno, para luego irme a algún parque cercano a correr. Necesito evadirme de alguna forma de todo, y qué mejor que haciendo algo de ejercicio.

Una vez lista, bajo a la calle y me dirijo hacia El Retiro que no queda muy lejos de donde me estoy hospedando.

En cuestión de unos 15 minutos andando llego a mi destino, y empiezo a hacer estiramientos y a calentar para poder correr sin problemas.

Comienzo a correr a un ritmo suave, pero voy aumentando el ritmo según pasan los minutos. La música me sirve como forma de aislarme de cualquier distracción y como motivación.

Sigo corriendo cuando, de repente, me choco con una chica que está agachada, atándose los cordones.

- ¡Ay, perdona! Iba corriendo distraída, y pues... ¿¡Ana!? ¿¡Cómo tú por aquí!?

- Pues lo mismo que tú, creo... - me dice riéndose mientras le levanto del suelo.

- Ay, lo siento, de verdad... ¿Estás bien?

- Sí, tranquila, no te preocupes. Aunque para la próxima vez vigila algo más, que llegas a ir más rápido y me pisoteas entera.- dice volviéndose a reír.

- De acuerdo, anoto: velocidad Ferrari no. - le contesto contagiándome de su risa.

Pasado un rato, casi inconscientemente, acabamos corriendo juntas mientras nos contamos la vida.
La verdad es que Ana es una persona tremendamente interesante. Más allá de la vida de ensueño que podría esperarme de ella, ya sabéis, todo lujo y excesos gracias a los grandes beneficios de la empresa, realmente hay una persona humilde que se nota que ha luchado como nadie para llegar hasta donde está. Y de alguna forma, me recuerda mucho a mí.

- Mimi... ¿Me estás escuchando? - me dice de repente al verme absorta en mis pensamientos.

- Ay, perdón... Dime, dime.

- Decía que si te apetece venir a comer a mi casa.

- Uf, es que esto de ir a casa ajena a comer apestando a sudor, pues como que no sé...

- Para que luego me llamen pija a mí... - dice mientras se ríe. - Mmm... ¿Y una cena me la vas a rechazar también?

- Deja que lo consulte con mi agenda... Mmm... Vale, sí, tengo un hueco a las 21h. ¿Cómo te va a ti? - le contesto entre risas también.

- Perfecto, señorita solicitada. - me dice mientras me guiña un ojo. - Te paso mi dirección vía WhatsApp, ahí te espero a las 21h.

Se despide de mí dándome un beso fugaz en la mejilla, y cuando soy consciente de lo ocurrido en ese lapso de tiempo, noto que se ha esfumado del lugar. Como cualquier capacidad de razonamiento de mi cabeza ahora mismo, vaya.

_____________

PERDÓN POR TARDAR TANTO EN ACTUALIZAR Y POR ESTE CAPÍTULO CON TAN POCA CHICHA, PERO ERA NECESARIA ESTA TRANSICIÓN PARA PUNTUALIZAR ALGUNOS ASPECTOS QUE EXPLICAN MUCHAS COSAS QUE YA IRÉIS VIENDO MÁS ADELANTE.

¡Y POCO MÁS!

STREAM LOLA BUNNY 🐰🏀💖

Y

STREAM SAYONARA 🇯🇵 A PARTIR DEL 9 DE AGOSTO

beautiful, dirty, rich. | WARMI Donde viven las historias. Descúbrelo ahora