Nota 25

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Te gustaba levantarte temprano y ayudarme a regar los girasoles. Mientras tanto comíamos arroz inflado.

El invierno se había ido y ya eran casi dos años desde que mi hermano se había ido a entrenar. Ya le quedaba poco para que regresara. Lo haría el día de su cumpleaños. Esperé ansiosa hasta ese momento.

Lo malo es que después de eso, todo se complicó. Ahora viene lo más difícil.

Me dijiste que los girasoles eran plantas extrañas, porque su nombre era literal y no le encontraba sentido. Yo dije que representaba la fortaleza de una persona y tu te sorprendiste por ese significado. Me dijiste:

Ahora entiendo por qué te gustan tanto. Tu eres fuerte emocionalmente. Yo no.

Eso no es cierto. También lo eres. Solo que no te das cuenta. 

Memorias de Kawaki (KawaHima)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora