: R :

329 24 0
                                    


El cálido viento de verano comenzaba a circular por las transitadas calles de Seúl, encargándose de desordenar el cabello azabache de JungKook al caminar.

Usualmente JungKook no salía de casa los fines de semana —¿Por qué lo haría? Si eran los únicos dos días libres de universidad en los que podía jugar vídeo juegos, pero éste en especial tenía un buen clima, por lo que le había parecido una buena idea recorrer la ciudad y, tal vez, detenerse por alguna bebida.

Luego de recorrer varias calles más divisó lo que buscaba, una cafetería. Al entrar, el fresco aire acondicionado ocasionó que su piel se erizara ante el contraste de temperatura. Ordenó un té helado con algún sabor exótico y después tomó asiento en una mesa cerca de la puerta de entrada, desde donde era capaz de observar entrar y salir a las personas. A los pocos minutos apareció un mesero, quién le entregó su bebida seguido de un "Que lo disfrute".

A JungKook siempre le había parecido curioso que aunque hubiera probado varios sabores diferentes de té estos le supieran igual, sin embargo, disfrutaba probar cualquier sabor nuevo que encontrara. Sus labios se curvaron en una pequeña sonrisa ante la línea de pensamientos que había tenido.

Con su vista recorrió el lugar mientras daba pequeños sorbos, ¿Qué cosas ordenarían las demás personas?

Una pareja cerca de él compartía un trozo de pastel, un poco más lejos habían una chica con un niño comiendo helado, y en el otro extremo del lugar había un chico castaño jugueteando con un vaso de agua, probablemente aburrido. Habían dos opciones por las cuales él podría estar ahí, o no tenía dinero para pagar más que eso, o esperaba a alguien. JungKook estaba casi seguro de que la última era la correcta.

El pelinegro continuó mirándolo mientras analizaba que otras opciones existían, hasta que el castaño levantó su vista, cruzándolas.

Las mejillas de JungKook se colorearon al sentir la mirada del contrario sobre sí, siendo ahora capaz de observar con detenimiento la piel blanca de su rostro sin expresión y el cabello liso que lo decoraba. Era totalmente su tipo ideal.

El timbre de un teléfono hizo que el chico castaño cortara el contacto visual y extrajera un celular de su bolsillo, ojeándolo sin interés y dirigiendo su atención a la puerta de entrada.

JungKook lamió sus labios, ¿Sería una buena idea ir a pedirle su número? Después de todo acababa de ver que tenía un celular. Pero, ¿Y si le dijera que no?

Aunque también podría decirle que sí.

El pelinegro limpió en su pantalón el sudor que comenzaba a formarse en las palmas de sus manos. Si no se levantaba a hablarle nunca podría averiguarlo, y a él no le gustaba quedarse con el "hubiera".

Tomó una larga respiración antes de dar un último sorbo a su té y se puso de pie, comenzando a acercarse hacia el otro mientras mordisqueaba sin labio inferior.

De repente, el castaño se levantó y caminó hacia la puerta, por la cual entraba un chico sonriente de cabello naranja, quien rápidamente se lanzó a sus brazos.

JungKook dudó, quedándose petrificado por un momento hasta que por fin su mente procesó un escape.

Siguió caminando intentado pasar desapercibido y los pasó de largo, entrando al baño que por suerte se encontraba detrás de la mesa del castaño.

—¿Por qué tardaste tanto, Hobi?

—Ya sabes, Tae, el tráfico. Perdón.

JungKook intentó seguir escuchando la conversación desde detrás de la puerta, pero el ruido del aire acondicionado se lo impidió, por lo que salió y volvió a su mesa formando un puchero con su boca. Lo único que logró concluir es que ambos eran mayores que él.

Los hielos de su té parecían haberse derretido hace mucho. JungKook suspiró, recargando su cabeza sobre su mano. Había estado tan cerca.

¿Qué sería ese chico del castaño? ¿Sólo un amigo?

¿O quizás algo más?

Se inquietó ante el pensamiento.

Aquí íbamos de nuevo, a JungKook nunca le había gustado el "hubiera", por lo que sabía que seguramente se arrepentiría si no hacía algo. Así que luego de armarse de valor, volvió a acercarse a ambos, quienes conversaban tranquilos. Era ahora o nunca.

Real Man ಃ [VKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora